Dos estudiantes extremeños proyectan un rally solidario por el Sahara

Se trata de una iniciativa solidaria en la que ambos proponen un desafío a estudiantes universitarios. Un desafío “casi imposible”, cruzar el desierto sin GPS con un coche de más de veinte años por las rutas del Dakar, únicamente de la ayuda de un roadbook. “La preparación para este raid es esencial debido a que debemos de adecuar un coche y buscar una financiación externa para subvencionar el proyecto”, apuntan.    

Añaden que “en este rally no existen vencedores ni vencidos”,  puesto que los únicos ganadores serán las familias marroquíes más desfavorecidas, a las cuales cada equipo entregará más de treinta kilos de material solidario. 

En esta aventura se recorrerán más de 3000 kilómetros cruzando Marruecos desde el norte hasta el sur en 7 etapas con más de 400 kilómetros cada una. Durmiendo en campamentos en pleno desierto.

Este raid está pensado para fomentar el espíritu emprendedor de los estudiantes mediante la búsqueda de sponsors y colaboradores que quieran formar parte de esta aventura. Para poder realizarlo deberán formarse como pilotos y adquirir nociones básicas de mecánica. A su vez, la orientación supone algo esencial debido a que no dispondrán de dispositivos GPS, única y exclusivamente cartas de navegación.

Sin duda, supone un reto debido a que la organización pone como norma que el coche tenga más de 20 años, algo que dificultará esta experiencia, aunque manifiestan “la satisfacción personal será inmensa”.

EQUIPO EXTRETEAM

El equipo está formado por Juan Domínguez, estudiante de Ingeniería Técnica Industrial,  y Alejandro Alvarado; estudiante de Economía. Ambos estudiantes de la Universidad de Extremadura.

Se conocieron hace muchos años cuando ambos coincidieron en el colegio San Antonio de Padua de Cáceres, tras un año separados, el destino hizo que volviéramos a coincidir en la Universidad de Extremadura, decidiendo a participar en este “bonito desafío”.

¿QUÉ SIGNIFICA PARA NOSOTROS?

“Cuando descubrimos UNIRAID no dudamos demasiado, teníamos que hacerlo, una experiencia tan satisfactoria con una bonita causa y en algo que nos gusta a ambos. A pesar de que no es en las mejores condiciones posibles dijimos, ¿si no lo hacemos ahora, cuándo?”. Por eso decidieron comenzar a planificar esta aventura para la que esperan recibir ayuda y conseguir hacerla realidad.

“La satisfacción personal de poder ayudar a los más desfavorecidos fue un factor esencial a la hora de dar el salto a la aventura. Vivimos en un entorno muy cómodo y creemos que es el momento de aportar nuestro granito de arena a la gente que más lo necesita”.

A nivel personal, argumentan, para un estudiante de ingeniería técnica industrial es un “verdadero desafío” acondicionar un coche de más de veinte años para cruzar uno de los desiertos más duros del mundo, el Sáhara. A su vez, un estudiante de economía buscará la capacidad de financiación externa a través de sponsors, algo que de cara al mundo laboral enriquece las actitudes empresariales. Además de realizar una práctica del conocimiento sobre la contabilidad.