El extremeño que conquista marcas como Mahou, Campofrío o Mitsubishi

Generar estrategias audiovisuales capaces de captar la atención de un público cada vez más difícil de sorprender en la era de la sobreexposición a las pantallas. Este es el objetivo de Doctor Keyframe, el estudio de edición de vídeo del joven emprendedor extremeño Miguel Ángel Donaire. Y lo consigue, a juzgar por la diversidad de clientes a los que ha conquistado con su trabajo: Mahou, Mini, Campofrío, Mitsubishi o el Ministerio del Interior, entre otros.

En su portfolio brillan, además, las colaboraciones con grandes agencias creativas como MRM/McCann, JWT, Grey, DDB, La Despensa o Good Rebels.

“Dentro del sector publicitario, hemos aportado nuestro granito de arena en algún que otro trabajo galardonado en distintos festivales publicitarios”, detalla Miguel Ángel Donaire. “Un proyecto reciente al que le tengo cariño, quizá porque me muevo en bici, es ‘58 almas ciclistas’, una iniciativa del Ministerio del Interior y de la Dirección General de Tráfico que pretendía llamar la atención sobre los accidentes de tráfico de los usuarios de bicicletas”.

Esta campaña para apelar a la conducción responsable ha recibido varios galardones en los más prestigiosos certámenes del sector, como El Sol, Festival Iberoamericano de la Comunicación Publicitaria 2017, los Premios Inspirational 2017, Epica Awards 2017, Cannes Lions 2017, CdeC 2018 o One Show 2018.

Miguel Ángel quería ampliar el alcance de su productora a un ámbito internacional y perfilar ciertos aspectos de su proyecto. No dudó en presentar su candidatura a la cuarta edición de European Coworkings, programa de preaceleración emprendedora de la EOI (Escuela de Organización Industrial) cofinanciado por el Fondo Social Europeo, cuya quinta convocatoria está abierta hasta el próximo 15 de marzo.

Donaire pasó cinco semanas en el centro de innovación Impact Hub de Florencia y contó también con la mentorización y el apoyo de expertos en emprendimiento e internacionalización de la EOI.

“La mentorización me ayudó bastante en el desarrollo de mi propuesta de valor”, asegura Donaire, quien también aprendió conceptos financieros básicos para el desarrollo de un negocio. En sus palabras, en su paso por European Coworkings “todo fueron pros, ningún contra”.

“Desde el principio la idea me pareció muy atractiva. Un coworking europeo es un lugar idóneo para generar nuevas sinergias en otro país, estudiar ese pedacito de su mercado que concierne a tu sector, generar nuevas vías de colaboración, etcétera. Además, aprender cosas nuevas sobre una cultura vecina siempre es un plus”, destaca este joven emprendedor, muy consciente de las posibilidades de romper fronteras que abren las nuevas tecnologías: “Gracias a internet puedes estar conectado desde un punto y entregar un trabajo en otro totalmente distinto, sin necesidad presencial. Mi cliente está aquí, allí... qué más da... ¿He oído Europa? Perfecto, veamos si podemos abrir el abanico, posibilidades hay”, concluye.