La calima invade Extremadura en pleno febrero, ¿es normal?

Los cielos han amanecido bastante turbios en gran parte de la región este martes, debido a la llegada de una gran nube de polvo sahariano desde África.

Una de las cosas más destacables de estas últimas horas en España en lo meteorológico no están siendo el frío ni las nevadas -que serían lo normal en esta época del año-, sino una importante irrupción de polvo sahariano que comenzó a formarse el pasado domingo y que, hoy martes, se extiende ya sobre gran parte del sur de España y Portugal.

En la imagen que encabeza esta noticia vemos el Sol velado por la intensa calima de este martes al amanecer en Helechosa de los Montes (Badajoz), fotografiado por nuestro colaborador Juan Antonio Bermejo.

Un ambiente de cielos turbios que es más propio de los meses veraniegos, sobre todo por la enorme concentración de calima que presentan los cielos de muchas zonas del sur del país, aunque hay que decir que, por muy raro que parezca, ¡es más normal de lo que se pueda pensar!.

De hecho el año pasado por estas mismas fechas teníamos una situación parecida, cuya nube de polvo afectaba a gran parte de la península y era fotografiada por un famoso astronauta de la NASA desde la Estación Espacial Internacional.

Y es que estas irrupciones de polvo sahariano en suspensión son normales en épocas de tiempo muy variable como la primavera o el otoño, y hay que tener en cuenta que ya estamos muy avanzados en el mes de febrero y en el propio invierno, y el tiempo es cada vez más cambiante a medida que ganamos horas de luz.

¿POR QUÉ SE HA PRODUCIDO?

La responsable de todo esto es, una vez más, los vientos asociados a una pequeña borrasca que tenemos anclada frente a Marruecos; entre Canarias y la península Ibérica. Concretamente, es la misma borrasca que este fin de semana dejaba algunas tormentas y granizo en Extremadura.

Borrasca que ha tenido su efecto al adentrarse en algunas partes del norte de África estos días, provocando el levantamiento de importantes concentraciones de arena de los desiertos del interior de Argelia y Marruecos, que ha sido introducido posteriormente por el sur peninsular.

En algunas zonas, la presencia de la calima junto con precipitaciones débiles ha dejado algunas lluvias de barro ensuciando todas las superficies expuestas, como ha sido el caso de los coches.

A lo largo de los próximos días está previsto que la calima vaya a menos, con la retirada de esta pequeña borrasca de Marruecos y el acercamiento de algunos pequeños frentes desde el Atlántico, que limpiarán los cielos de la mayor parte de la península.