La verdadera huella del incendio en el Valle del Jerte
23 de Agosto de 2016
¿Realmente se ha quemado ‘el Valle del Jerte’? La respuesta es clara: NO. Las imágenes de satélite de la NASA estos días revelan de forma evidente la zona afectada por las llamas.
Duras imágenes llegaban estos días del incendio en el Valle del Jerte, que han recorrido rápidamente las redes sociales y medios de comunicación nacionales, siendo estos últimos los que han exagerado la situación respecto a lo que realmente ha ocurrido. Si bien es cierto que la zona afectada es de unas 900-1.000 hectáreas, ni de lejos se ha quemado el Valle del Jerte propiamente dicho, que ocupa una superficie de 37.000 hectáreas.
En la imagen superior se puede observar en color marrón las zonas afectadas por incendios en los últimos meses. El color verde que presenta el resto de suelos no es real, puesto que es una técnica de exageración de colores que la NASA usa para resaltar los incendios. Como pueden comprobar, son claramente visibles tanto este último incendio en el Valle del Jerte, como el incendio de finales del mes de julio cerca de la capital cacereña (en la parte inferior de la imagen).
Ambos son muy parecidos en extensión, pero si nos centramos en el de El Jerte podemos observar cómo gran parte del valle permanece intacto, siendo únicamente la parte alta de la Garganta de los Infiernos la zona afectada. En cualquier caso es una muy mala noticia, sobre todo por las consecuencias del incendio en los próximos meses durante las lluvias, descritas en este otro artículo.
A continuación les mostramos algunas animaciones del Valle del Jerte desde diferentes perspectivas para que puedan hacerse una idea de la zona afectada respecto a las dimensiones del valle:
-¿Cómo ha cambiado la zona afectada por el incendio en Sierra de Gata el verano pasado?
Por último, y a modo de curiosidad, echamos un vistazo a cómo ha cambiado la zona afectada por el gran incendio el verano pasado en plena Sierra de Gata. Como muestra la siguiente comparación, en sólo un año la diferencia es evidente. Sin duda, las labores de limpieza y reforestación en la zona parecen estar funcionando, unido a la gran cantidad de lluvia caída durante el pasado invierno y primavera en todo el norte de la región, lo que también habrá ayudado a generar vegetación.
Se puede observar hasta el aumento de agua embalsada en los principales embalses del norte de Cáceres como consecuencia de esas lluvias.
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