¿Cuáles son las causas del efecto 'Isla de calor'?

En muchas ocasiones nos vemos afectados por un fenómeno muy habitual en las ciudades, que nos expone a condiciones más calurosas respecto al entorno durante el día, pero también por las noches; es el efecto “isla de calor”.

Es muy común encontrar diferencias de temperatura de más de 2-3ºC entre el centro de una gran ciudad y su periferia, pero no sólo en las horas diurnas sino también de madrugada.

Esto hace que, por ejemplo, mientras se registran temperaturas de unos 38ºC en las afueras de un núcleo de población, en la zona centro se sobrepasan fácilmente los 40 o 42ºC; ¿a qué se deben estas diferencias?.

Esto ocurre por la presencia o no de zonas ajardinadas o, dicho de otra forma: por la presencia de suelos naturales o artificiales.

En ciudad, nos encontramos rodeados de diversas superficies horizontales y verticales constituidas por muchos tipos de materiales de colores oscuros, que tienden a absorber y acumular mucho calor a lo largo del día, para liberarse lentamente en las horas nocturnas haciendo que las temperaturas en ciudad sean mucho más suaves que en las afueras.

Esta circunstancia se da sobre todo en situaciones anticiclónicas, con inversión térmica, en las que no hay demasiados movimientos de masas de aire (poco viento) y, en definitiva, no se produce una ventilación de las capas más bajas. De este modo, la ciudad se convierte en una fuente de calor.

Debemos imaginarlo como una especie de burbuja de aire cálido sobre el núcleo de población. Las temperaturas tienden a ser más altas a medida que nos adentramos en la ciudad, dándose el máximo allí donde la edificación es más densa.

Sin embargo, la temperatura tiende a ser más baja hacia las afueras de la ciudad, dado que existen menos superficies artificiales y mucha más vegetación.

Por otro lado, los materiales empleados en la construcción que encontramos en las ciudades, reflejan gran parte de la energía que nos llega del sol a lo largo del día, acumulando aún más calor y provocando temperaturas extremas en ciudad durante episodios de altas temperaturas.

También las máquinas de aire acondicionado liberan calor cuando están en funcionamiento, el tráfico, la actividad industrial, etc... que añaden grados extra al entorno. Podemos ir por la calle sometidos a temperaturas de ¡más de 50ºC en algunos casos!

ISLA DE CALOR: EL CASO DE BADAJOZ

En el año 2014, un profesor de Geografía e Historia del Instituto IES “Ciudad Jardín” de Badajoz, Juan-Luis González Carballo, y un alumno -el autor de este artículo- realizaron un pequeño estudio sobre la isla de calor urbano presente en la ciudad de Badajoz.

Se compararon los datos de dos estaciones meteorológicas principales situadas en distintas localizaciones, y se demostró que la diferencia de temperaturas entre el casco urbano de la ciudad y su periferia es más real de lo que se pueda pensar y, en algunos casos, bastante considerable.

En el gráfico superior se comparan las temperaturas máximas y mínimas diarias de las estaciones de Ciudad Jardín (en el casco urbano) y de la Dehesilla de Calamón (unos kilómetros a las afueras) durante las dos situaciones más extremas del año 2013: una ola de frío en febrero y una ola de calor en julio.

Las diferencias son más notables en las temperaturas mínimas, pero también en los valores máximos, pudiendo haber diferencias en ciertas situaciones y momentos de la jornada de más de 5-6ºC. También se observó cierto desfase entre el momento en el que se registran los valores extremos del día.

En el caso de las máximas, se registra antes en las afueras, mientras que el casco urbano el termómetro continúa subiendo o se mantiene sin variaciones hasta un tiempo después, cuando se registra entonces la temperatura máxima en la estación situada dentro de la ciudad.

Por otro lado, en este estudio también se comparó el comportamiento de la humedad, observándose una clara diferencia entre los datos registrados por las dos estaciones.

La humedad tiende a ser menor en la estación de Ciudad Jardín (casco urbano) que en las afueras, siendo más evidente y constante en los registros de humedad mínima.

Algo que es lógico, dado que al haber más vegetación o suelo natural en las afueras, hay más humedad, mientras que en ciudad el ambiente es más seco por un entorno más artificial.