¿Quién dice que no hay daños ambientales en el incendio del Jerte?

Deberían ser más prudentes los que dicen que “no hay daños ambientales” como consecuencia del incendio que se ha producido en la Reserva Natural de la Garganta de Los Infiernos.

Harían bien en leer la exposición de motivos del Decreto de Declaración de Espacio Protegido, número 132/94, de 30 de noviembre. Deberían repasar la lista de espacios y especies de fauna y flora silvestre existentes en la Reserva y su "extraordinario nivel de vulnerabilidad a cualquier tipo de contaminación, particularmente los incendios". Podrían molestarse en repasar la gran cantidad de publicaciones científicas que hay sobre la zona, su valioso patrimonio natural y sus niveles de vulnerabilidad.

Pero sobre todo deberían tener un poquito de sensibilidad y algo de sentido común (no es necesario ningún derroche) para pensar que la columna vertebral de la Reserva Natural de la Garganta de Los Infiernos es, precisamente, su red fluvial.

VALIOSA RED FLUVIAL

Una red fluvial formada por la Garganta que da nombre a la Reserva, la de los Infiernos y todas las que a ella tributan sus aguas desde las más altas cumbres de las Sierras de Gredos y Tormantos. A saber, y por citar sólo los cauces más importantes, la Garganta de la Serrá, la Garganta de Los Asperones, la Garganta del Collado de las Yeguas y la Garganta de Los Tres Cerros.

Pues bien, el primer efecto ambiental grave tras el incendio será, como siempre ocurre tras un incendio y caen las primeras lluvias, el de la erosión. Aquí va a ser muy acusada, dadas las fuertes pendientes que hay en el entorno afectado. La erosión, que dejará sin cubierta vegetal y, por tanto sin su capa fértil las laderas, ocasionará a su vez el arrastre de cenizas, tierra, rocas y restos de vegetación quemada. Esos arrastres llegarán necesariamente a los cauces de las gargantas, las contaminarán y se quedarán sin el oxigeno necesario para que buena parte de las especies que viven en el medio acuático se vean gravemente afectadas y corran serio riesgo de desaparecer.

Si la columna vertebral sufre daños graves, no seria necesario seguir hablando del resto de los valores ambientales que se verán seriamente dañados por el incendio, como la vegetación y pastos de alta montaña, sus endemismos y toda la fauna y flora que vive asociada a ellos.

Algunos documentos oficiales de la Junta de Extremadura dejan claro el alto valor natural que tiene toda la reserva. Alto valor que hace ahora 22 años llevó al gobierno autónomo, entonces presidido por Juan Carlos Rodríguez Ibarra, a promover su protección incluyéndola en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura.

Y es que, aunque algunos parecen ignorarlo, la Garganta de Los Infiernos es algo muchísimo más importante y extenso que Los Pilones. Que, por cierto, no se han quemado, pero pronto estarán contaminados y sus aguas perderán, al menos durante un tiempo, ese cristalino que las hace tan bellas, limpias y puras.