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Cáceres

Un centenar de cacereños piden protección para la ermita de San Jorge

Cáceres

4 de Noviembre de 2019

Un centenar de cacereños piden protección para la ermita de San Jorge

La Asociación Natura 2000 ha llevado a cabo una ruta para denunciar el estado de la ermita de San Jorge y pedir acciones inmediatas para evitar su derrumbamiento.

En ella, un centenar de participantes pudieron contemplar en directo el “lamentable” estado de conservación de la ermita, ubicada en el término municipal de Cáceres, y sus frescos pintados por el pintor cacereño Juan de Ribera en 1565.

La ruta cuenta con la colaboración del Instituto Municipal de Juventud a través del proyecto ‘Cáceres Naturalmente’. Durante el desarrollo de la ruta se visitó también el dolmen de La Hijadilla, monumento megalítico que podría corresponder a enterramientos colectivos, así como el paraje natural de Los Barruecos de Malpartida de Cáceres.

Natura 2000 pide al ayuntamiento que aproveche ese potencial patrimonial actualmente abandonado y difunda la ruta como atractivo turístico, dentro del interés municipal por conseguir que los visitantes alarguen su estancia en la ciudad.

Desde 2015 en que organizó su primera ruta reivindicativa a la ermita para pedir su protección, la asociación Natura 2000 ha solicitado reiteradamente la declaración de sitio histórico para el conjunto patrimonial de la ruta conformado por la propia ermita y la torre de los Mogollones; la adquisición o expropiación de ambos monumentos y medidas urgentes para evitar la desaparición de la ermita como el cierre perimetral de la ermita con un vallado, la desecación de la charca y la creación de un perímetro de control para poder realizar estudios y excavaciones arqueológicas.

UN POCO DE HISTORIA

Todo apunta a que la ermita pudo ser edificada en el siglo XIV por Pedro Gil de Mogollón, quien fuera regidor de Cáceres y ordenara también la construcción de la cercana Torre de los Mogollones, también conocida como castillo de las Seguras de Abajo, o por Diego García de Ulloa, ‘El Rico’, a finales del siglo XV, ya que las ménsulas con “bolas” y la repetición de esa tipología de adorno característico de la época de los reyes católicos, los matacanes, así como por la fecha de la muerte del mecenas hacen suponer que la torre se edificó poco antes de 1480.

El linaje de los Mogollones se asentó en Cáceres tras su conquista a los musulmanes en 1229 por el rey Alfonso IX de León, a quien acompañaba el capitán Hernando de Mogollón, quien fundara la dinastía en la ciudad.

ANÁLISIS ARTÍSTICO

La curiosa estructura de la ermita de San Jorge presenta cuatro grandes arcos apoyados en fuertes muros, empotrados éstos en el terreno aprovechando una hondonada cubierta de agua. Para techarla se utilizaron grandes piedras graníticas apoyadas sobre arcos transversales.

De las cuatro partes en que queda dividida por sus arcos, tres de ellas están cubiertas por agua mientras que la cuarta, formada por el coro, tiene su superficie frontal ocupada por frescos que representan escenas bíblicas, por encima de las cuales se hallan inscripciones en letra gótica, de tres renglones, que contienen los versículos correspondientes a las escenas representadas.

Al lado derecho de la ermita se encuentra la antecapilla, con restos de pinturas en los muros. Se trata de una original construcción, cuya función no está del todo clara, dada su original distribución de espacios. El edificio se configura cómo un deambulatorio en torno al agua.

En su parte superior hay vestigios de que hubiera existido allí un sencillo artilugio para la extracción del agua del estanque, lo cual viene apoyando en la existencia de una piedra en forma de pila con vertiente hacia el estanque del que se produciría la extracción. Debería ser un estanque de importancia pues dispone en torno a él un repertorio pictórico extenso y rico con un complejo programa iconográfico. Componen el mayor repertorio firmado de Juan de Ribera, que actuó en Cáceres a mediados del siglo XVI.

El acceso al edificio estaría por el suroeste y, entrados en él, tenemos a la derecha el agua y un arco con la representación del pecado de Adán, mientras que a la izquierda nos encontramos con los paneles pintados con escenas bíblicas en cuatro grandes viñetas, dos representa a Abraham y los ángeles en el encinar de Mambré y tras una interrupción por el vano existente otras dos que hacen alusión a la venta de la primogenitura de Esaú a Jacob y a la bendición que Isaac da a Jacob creyéndolo su hermano.

Todo este panel está flanqueado en su lado superior por citas escritas en latín de los pasajes bíblicos que en él están representados. Terminado este friso entramos en los restos de una estancia cubierta por bóveda de aristas en cuyos cuarterones estarían los cuatro evangelistas y sobre las paredes, diferentes representaciones: Anunciación a María, La Oración de Jesús en el huerto y las figuras de Santiago y Santa Lucía en las jambas que dan acceso a una capilla de reducidas dimensiones.

En esta capilla y cómo apoyatura de que el edificio testaba en función de una liturgia de tránsito vemos que el nombre de Santiago: YAGO, aparece representado con una sílaba YA en el exterior, y la otra GO en el interior de esta capilla. En este interior aparece en el frontal un Descendimiento, a la derecha el Bautismo de Jesús y a la izquierda aparece S. Francisco Javier recibiendo los estigmas.

En la parte posterior aparece un Ecce Homo. La capilla se cierra con una cúpula semiesférica representado a Dios en Majestad y en las pechinas los Padres de la Iglesia. La fecha de su ejecución viene determinada por la firma del autor y fecha: sobre una columna pequeña y tosca que separa la antecapilla del coro se encuentra escrito en letras góticas: 'JUAN DE RRIBERA PINTO MDLXV (1565)’.

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