Un Trofeo Ibérico muy especial para la familia Gómez - Landero

El estadio Nuevo Vivero fue el escenario de un Trofeo Ibérico que enfrentaba al Club Deportivo Badajoz con el Belenenses, equipo de la Primera División portuguesa. Un encuentro que se vivió con una gran intensidad tanto dentro como fuera del terreno de juego.

Finalmente un gol a balón parado decantó la balanza a favor del equipo portugués, que demostró su calidad en la primera mitad. Por su parte el Badajoz demostró su entrega y su lucha en la segunda mitad y puso contra las cuerdas a un Belenenses que jugó muchos minutos con un hombre menos.

El Trofeo Ibérico es una de las grandes joyas que ha recuperado la junta directiva del equipo pacense para la ciudad y esta edición ha sido muy especial para la familia Gómez – Landero.

Alfredo, el padre de la familia, y Alberto, hijo, han dedicado y están dedicando su vida al fútbol. En concreto a velar para que todo el juego fluya con la mayor justicia posible.

Alfredo Gómez – Landero estuvo durante 25 años en el mundo del arbitraje y llegó a ser asistente en Primera División durante cinco temporadas al lado de Carmona Méndez, Pajares Paz y Rodríguez Santiago.

Ahora es el delegado de campo del Club Deportivo Badajoz. Una labor que le lleva desde repartir petos para la prensa y recogepelotas hasta levantar el cartelón para los cambios o el tiempo añadido.

Como no podía ser de otra manera Alfredo Gómez – Landero no podía faltar a su faena en el Trofeo Ibérico, demostrando así un gran amor por el equipo de su ciudad.

Por su parte, Alberto poco a poco se está abriendo paso en el mundo del arbitraje. Colegiado de Tercera División, ha dirigido algún partido de ascenso a Segunda División B y encuentros en tres países diferentes: España, Estados Unidos e Inglaterra.

En este Trofeo Ibérico le tocó ser el asistente de Sergio del Río, colegiado principal, realizando una gran labor desde la banda.