28 Marzo 2024
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La pandemia agrava las diferencias entre indefinidos y temporales

La pandemia agrava las diferencias entre indefinidos y temporales

El primer trimestre ha acabado mejor de lo que empezó en el mercado laboral español. Los datos de afiliación y de paro registrado correspondientes al mes de marzo publicados por la Seguridad Social y el Ministerio de Trabajo dejan 70.790 afiliados más que los que había en febrero y 59.149 desempleados menos.

Pese a todo el mercado laboral no encuentra por el momento el camino de la recuperación completa. Así, si en febrero del año pasado, justo antes de la aparición de la COVID-19, había 19.250.229 personas afiliadas a la Seguridad Social, la cifra de marzo de 2021 se sitúa en 18.920.902 personas. Eso significa que en trece meses de pandemia el mercado laboral español ha perdido 329.327 cotizantes.

Lo interesante es que esta cifra tiene más que ver con el problema estructural de la temporalidad del mercado laboral español que con la propia situación sanitaria: en ese mismo periodo de tiempo la cifra de cotizantes con contratos eventuales (de acuerdo con los propios datos de la Seguridad Social) se redujo en 334.732 personas. Eso significa que toda la pérdida de cotizantes en este tiempo se ha producido entre los contratos temporales.

La comparación es, por tanto, muy desigual: mientras que los asalariados dados de alta en la Seguridad Social con contrato indefinido han aumentado en cerca de 10.000 personas (un 0,1 %) desde febrero de 2020 a marzo de 2021, entre los contratos eventuales el descenso fue del 8,2%.

Reforma laboral a la vista

Por delante tenemos meses en los que la administración de las vacunas permitirá reactivar la economía y, previsiblemente, mejorar las cifras de empleo, apoyándose en las importantes ayudas europeas que recibirá España.

Precisamente ese plan ha de servir también para poner remedio al problema de la dualidad del mercado laboral. En esta línea, el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, señalaba recientemente que “la economía española sufre debilidades estructurales antiguas que la pandemia ha hecho aún más visibles”.

En concreto, el comisario europeo hizo referencia a la necesidad de “atajar la dualidad de su mercado de trabajo y los muy elevados niveles de desempleo juvenil”. Las cifras avalan claramente la necesidad de actuar sobre estas dos cuestiones en la próxima reforma laboral. Y la situación de ambos obliga a hacerlo con urgencia y en profundidad.