La Vía de la Plata, una ruta milenaria

La Vía de la Plata fue una de las calzadas romanas más importantes de su época debido a que recorría la península de norte a sur. Se trata de una de las principales vías de comunicación de Hispania que transcurre, en parte, por Extremadura.

Originalmente, la Vía de la Plata unía Austurica Augusta (Astorga, León) con Emérita Augusta (Mérida), formando una de las principales calzadas del Imperio Romano en Hispania. La Vía de la Plata recorre a su paso por Extremadura una gran cantidad de municipios en los que podemos encontrar restos de aquella época y otras anteriores y posteriores unidos a un sinfín de parajes naturales propios de la región.

La ruta en Extremadura comienza en Monesterio, un lugar inmejorable para comenzar una ruta turística de estas características pues es aquí de donde surgen algunos de los mejores jamones del mundo. No hay nada mejor que comenzar un viaje con un buen plato de este exquisito producto ibérico del que podrás conocer su historia gracias al Museo del Jamón de la localidad.

Continuando el viaje por la Vía de la Plata llegaremos a Zafra, una encantadora localidad con un rico patrimonio histórico, y a Villafranca de los Barros, población que perteneció a la Orden de Santiago y en la que producen vino con denominación de origen.

Almendralejo es también un destino a visitar pues sus calles de fachadas blancas, cuna de escritores como Espronceda o Carolina Coronado, aderezadas con el aroma de sus aceituneras, bodegas e industrias de licores de bellota no dejará indiferentes a los visitantes.

Avanzando por la Vía de la Plata llegamos a Emérita Augusta (Mérida), una localidad declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad por su maravilloso pasado romano, del que se conservan muchos edificios -ahora monumentos- y que muestran cómo era una capital de provincia del Imperio Romano.

En el parque natural de Cornalvo, próximo a Mérida, encontrarán uno de los mejores parajes naturales para disfrutar de la flora y la fauna extremeña. Entre vestigios romanos, la biodiversidad autóctona y la vegetación mediterránea se complementan a la perfección para adentrarnos en plena naturaleza.

Cáceres es, por supuesto, de obligada parada para todos aquellos que quieran contemplar uno de los conjuntos monumentales mejor conservados de toda Europa. El patrimonio de Cáceres, que data en su mayoría de siglo XV y XVI, está considerado por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.

La ruta continúa hasta llegar a Plasencia, emplazamiento en el que es posible disfrutar de un gran conjunto histórico así como de la gran variedad de parques urbanos que posee. Uno de los puntos de referencia de Extremadura, que también se encuentra dentro de la Vía de la Plata, es el Parque Nacional de Monfragüe, un lugar imprescindible para los amantes de la naturaleza donde disfrutar de la ornitología y la flora mediterránea.

Hervás y su barrio judío, declarado Conjunto Histórico-artístico en 1969, y la ciudad romana de Cáparra, que llegó a ser municipium de Roma con el Emperador Vespasiano, son también lugares de interés encuadrados en la calzada romana que recorría Hispania de norte a sur.

Los emplazamientos citados son solo algunos de los lugares que pueden encontrar en la Vía de la Plata. Las personas que decidan visitar Extremadura a través de esta ruta descubrirán un sinfín de parajes naturales y monumentos históricos en cada municipio y disfrutarán de las tradiciones más singulares de la región y de una gastronomía única.

Un reportaje de Manasés Sánchez