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OPINIÓN: Cuando el coronavirus se ríe de ti

26 de Febrero de 2020

OPINIÓN: Cuándo el coronavirus se ríe de ti

Frente a la adversidad siempre hay un gracioso de turno que intenta mofarse de aquello que preocupa a gran parte de la sociedad, lo hacen sin respeto alguno por las personas que se han visto afectadas o por sus familias.

El Coronavirus de Wuhan supera ya los 2.700 muertos. La mayor parte de los casos se encuentran en la provincia de Hubei (China), pero el virus se ha expandido llegando a una treintena de países, con fuerza a Corea del Sur, Irán e Italia. También ha llegado a España donde se han detectado trece contagios, mientras en Italia ya han fallecido once personas.

Estos hechos no deben causar risas, más bien cierta preocupación, pero en nuestro país la empatía queda relegada y llega @CoronaVid19, la cuenta ‘oficial’ del Coronavirus a la que ya siguen 430.000 personas.

Quien esté detrás se ríe indiscriminadamente de esta patología, que tanta alarma (necesaria o no) está causando, y utiliza la picaresca española para anunciar que “está cerrando la gira mundial con su representante”.

"He venido a matar, no a discutir". "Me muero de ganas de ir a un concierto de Alejandro Sanz". "Me ha llamado el sarampión preguntándome por mi Community Manager”. “Tengo a la gripe estacional mosqueadísima”, “Ahora que estoy en Cataluña veo a mucho constitucionalista mirando para otro lado”, "¡BUENOS DÍAS! ¡ARRIBA ESOS ESCALOFRÍOS!". "¿Sabéis qué vacunas hacen falta para ir al sur de África?", son algunos de sus tweets.

Si bien es cierto que nuestra mente es la mejor farmacia, no necesitamos este humor negro que traspasa fronteras y afecta directamente a la intimidad de las personas.

Una cuenta que se mofa de la muerte de personas y de familiares que, seguramente, no han tenido ni la posibilidad de decir adiós a su ser querido por encontrarse en aislamiento.

Es una forma retorcida de hacer daño, también, a todas aquellas madres y padres que tienen a sus hijos de Erasmus o de excursión en países severamente afectados por una enfermedad que no tiene cura. Un novedoso virus que deja sin mascarillas, antiséptico y guantes a las farmacias.

No es el primer caso de escasa humanidad que encontramos en las redes sociales, como ejemplo 'Camilo de Ory' con el caso Julen: “Que digo yo que el niño también podría escarbar un poco. Ahí esperando con toda la pachorra #Julen #Totalán #Pozo #Señoritismo”, declaraciones que le costaron una denuncia.

Este tipo de actos demuestran una evidente pérdida de valores en una parte de la sociedad que no tiene respeto por nada ni por nadie. Y desgraciadamente refuerza la idea de que las redes sociales se convierten a veces en un arma para ‘machacar’ y reírse de la vida de los demás.

Con ellas comienzan problemas como el cyberbulling y alimenta a los más jóvenes en la cultura de la deshumanización y la falta de respeto.

Con las redes sociales hacemos de un problema real un chiste, de una herramienta un arma y de la vida de los demás un infierno.