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OPINIÓN: La Colonia agrícola de Cañamero como modelo de soberanía alimentaria

13 de Mayo de 2020

OPINIÓN: La Colonia agrícola de Cañamero como modelo de soberanía alimentaria

En los últimos tiempos el concepto de soberanía alimentaria cobra cada vez más fuerza para defender una agricultura y ganadería sostenible que garantice una alimentación de calidad, basada en métodos responsables de producción que fomenten la conservación de los recursos naturales. Todo ello, en contraposición al modelo actual dominante donde la agricultura se plantea de forma intensiva, a gran escala y liderada por multinacionales. Un modelo que está resultando cada vez más nocivo para nuestro planeta.

Y esto, que puede sonar tan novedoso, en muchos lugares del mundo lleva realizándose desde siempre. En otros sitios, hace ya décadas que se decidió apostar por la soberanía alimentaria.

Un buen ejemplo de ello está en la colonia agrícola de Cañamero. En el año 1923 se puso en marcha en la comarca de Las Villuercas una de las primeras colonias agrícolas de España. Terrenos públicos enajenados se dividieron en parcelas de tres o cuatro hectáreas, que se repartieron entre las familias más pobres del pueblo, las dos terceras partes de los vecinos.

Aquel reparto de tierra supuso un cambio radical en la economía local. A partir de ese momento se plantaron olivos, vides e higueras que, con sus frutos, permitieron a los habitantes del pueblo ser autosuficientes y tener un medio de vida.

En estos casi 100 años, los vecinos de Cañamero han cultivado y mantenido cada una de las parcelas, denominadas lotes de modo coloquial, y han conseguido convertir a la colonia en la zona olivarera más destacada del municipio, y que genera la economía más importante. Sólo procedente de la aceituna, la cooperativa agrícola de la población, reparte entre sus socios más de un millón de euros al año. Además, se recogen miles de kilos de higos y con la uva se produce el famoso vino de Cañamero.

En esta localidad se puede decir que se ha hecho realidad la máxima de la soberanía alimentaria: una agricultura que garantiza la calidad de vida de los pequeños y medianos agricultores para preservar un medio rural social, ambiental y económicamente viable.

Pero la seguridad de los agricultores se quebró en 2018, con la noticia de que una empresa minera había solicitado un permiso para investigar precisamente en el subsuelo de la colonia.

La empresa, Logrosán Minera, plantea en su proyecto la creación de una mina a cielo abierto en un enclave tan representativo para todos los vecinos de la zona. Sin noticias sobre el estado de este permiso desde hace ya más de un año, desde la Plataforma Salvemos Las Villuercas, creada para defender este paraje, se reivindica el derecho de los agricultores a vivir de su propia cosecha como vía para lograr un desarrollo rural sostenible. Del mismo modo, se rechaza de plano la creación de una mina que destruiría el medio de vida de los vecinos y contaminaría los recursos hídricos del territorio.

Para los habitantes de Las Villuercas, la puesta en marcha de una explotación minera a cielo abierto en su comarca no es sinónimo de prosperidad ni de bonanza económica, sino todo lo contrario.

La mina, con una extensión proyectada de más de 3.000 hectáreas, abarcaría por completo la colonia agrícola y arrasaría las tierras de cultivo de las que dependen directa o indirectamente todos los vecinos de Cañamero y muchos de los pueblos de alrededor. Sin olvidar que esta mina atentaría directamente contra la figura de Geoparque, un reconocimiento que la UNESCO otorgó a la comarca en 2011 y que pone en valor el importante patrimonio geológico de la zona. 

POR: Plataforma Salvemos Las Villuercas.