OPINIÓN: La España que quieren

Socialdemocracia y neoliberalismo, que en España -Tipical Hispanis- parece ser lo mismo, se ‘besan’. Es algo sumamente engañoso, como polos de distinto signo que siguen los principios de la física pero que rompen cualquier fundamento ideológico. Así pues, queda claro que neoliberalismo y socialdemocracia son dos ‘inclinaciones’ que, en nuestro país, se dan la mano, se ‘abrazan’ sin el menor rubor.

Inaudito, aunque es de esperar que La Sra. Botín -y Cía. de los Mártires- una vez más, y no sé cuántas van ya, es muy factible que después del 10-N se salga con la suya para que siga sin el mayor inconveniente la España que ella (la mujer más rica del mundo y la Jefa del Estado en la sombra) y sus afines quiere: Los jóvenes a seguir con la precariedad y los salarios de hambruna; los pensionistas condenados al 0,25% (uno o dos euros al mes para la mayoría) y a seguir con el copago farmacéutico (te doy dos y te quito ocho, la ley del embudo); y los trabajadores a seguir siendo pobres a pesar de tener trabajo (algo que jamás había ocurrido y que no ocurre en ningún otro país de la OCDE -los más desarrollados- ni en la UE-15 de la que somos, si mal no recuerdo, la quinta potencia económica). Mientras, los señoritos (latifundistas y demás morralla del capitalismo opresor), los grandes empresarios -y muchos medianos que facturan más de 150 millones de euros- y las élites de todo tipo, no sólo futbolísticas, a seguir forrándose y haciendo que “la milla de oro” siga siendo “la milla de oro”.

De modo que, con la clase media en descomposición y en vías de “acoplarse” a la funesta situación en que el país se encuentra política y socialmente, sólo queda la clase pobre y el funcionariado (clientelar en gran parte) que poco o nada van a poder hacer para que se rompa la España que quieren si jóvenes y pensionistas no hacen un esfuerzo y, en lugar de votar neoliberalismo y socialdemocracia, se abstienen o votan progresismo sin complejos.

Resulta más que penoso y deplorable que en esta España que se ve venir sólo podrán “vivir” los antes citados latifundistas, millonarios con el objetivo número uno de la UE con el dinero de los impuestos de todos los demás (a los que ni tan siquiera nos aplican la ley hipotecaria allí dictada para todos los “socios”), y los propios millonarios que ya lo eran y ahora aumentarán sus fortunas.

Y Claro, evidentemente, la clase política con esos escandalosos emolumentos que, seguro, ahora se autoaumentarán…, para siempre, pues ahí tienen a los “sociolistos” votando a favor de poder estar en el poder toda la vida tocándose los…, ya saben. ¡Vara más tiempo que Franco! ¡Santo cielo!

En Extremadura (la región más pobre de toda la UE, con ¡450.000 personas! -el 45% de su población- en riesgo de exclusión social), está más que claro que la España que quieren, será sin duda el caos económico y social más de lo que lo es ya. Los jóvenes (los que quedan, que cada vez son menos, ¡21.000! se han ido en los últimos años) y los pensionistas que precisan de su trabajo para poder vivir se tendrán que tirar a la calle sino quieren ser arrasados por esa “cloaca política” que, con los votos “comprados” siempre ganan las elecciones.

Por cierto, elecciones poco o nada democráticas con esa ley de D'Hont que, por supuesto, se ocuparán de que siga por los siglos de los siglos. O, cosa más que difícil y muy poco probable, alguien les administre su propia medicina.

Después, saldrá toda la prensa de desinformación (El País, El Mundo, ABC, La Razón, Etc.) celebrando el “pucherazo” del 10-N, y como dijo Trump (en una de sus pocas verdades) no será necesaria la Dictadura teniendo a esa otra “cloaca” a su servicio. Amén de que, del sindicalismo, como dice El Roto, sólo nos queda el botiquín.

Para acabar: La pobreza se apoderará del país (como se ha apoderado ya de Extremadura), la corrupción será eliminada del noticiero diario y los corruptos seguirán haciendo lo que les venga en gana sin que nadie se lo impida. Y el CGPJ con quienes los nombren y muy atentos a lo que opine la antes citada Sra. Botín.

Esperemos que, tal y como nos lo están poniendo, al menos no haga acto de presencia la anarquía, porque entonces…

FIRMADO: ÁNGEL MORILLO TRIVIÑO