OPINIÓN: ¿Se le ha acabado la suerte a Extremadura?

Dos corrientes de pensamiento filosófico vienen a la cabeza cuando se habla de Extremadura y la lotería. La primera es que es cuestión de rachas; la segunda es que a los extremeños se les ha acabado la suerte; y, en realidad, existe una tercera hipótesis: que la fortuna se ha tomado vacaciones.

Si los extremeños desaparecen de la región en verano por las altas temperaturas, ¿por qué no iba a hacer lo mismo la buena suerte? Lo cierto es que Extremadura ha pasado de dar cinco premios a la semana a estar en la Ley Seca en cuestión de un mes.

Si buscas Bonoloto, te saldrán al menos 4 páginas en Google de premios y premios, el último el 22 de junio, aunque entre este y el anterior habrían pasado casi 15 días. Nada se ha vuelto a saber de esta buena fortuna un mes y una semana después.

La misma religión para el Euromillón, la Lotería Nacional y como no, la Once. Eso sí, a Extremadura le ha tocado el Gordo en cuanto a incendios y accidentes, últimamente, como dice un alcalde gallego, es ‘el novamás’.

Con los pocos bomberos existentes en la región, defendiendo entre pecho y espalda y a toda costa a Extremadura, y además, colaborando en extinguir focos en Ávila o Ciudad Real, los extremeños si pueden asegurar una cosa: el dinero no lloverá, pero pese a los pocos efectivos existentes, la pasión por defender esta tierra corre por las venas de todos los agentes actuantes que se trasladan para luchar contra las llamas y salvar la vida de todas las personas. Extremadura tiene suerte, los que viven en ella, la aman.