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OPINIÓN: Tren digno versus Tren indigno

27 de Octubre de 2019

OPINIÓN: Tren digno versus tren indigno

“Yo sigo apostando, firmemente, por un tren de alta velocidad convencional, al estilo del que existe desde Madrid a Sevilla". (Ibarra, discurso fin de año 2004)

“De cada cuatro euros invertidos en contratos de obra pública, tres han ido destinados a los trabajos del AVE en la región, según los datos de este año.” (El Periódico Extremadura 13-19-19). Este dato viene a ratificar, una vez más, que el gran objetivo de los gobiernos extremeños del PSOE y PP ha sido y es el AVE, a costa de relegar objetivos vinculados a otros servicios público, entre ellos al tren convencional.

La apuesta por el supuesto AVE, en contra del criterio y opinión de un buen número de expertos, técnicos, otros profesionales y colectivos, tren en el que se llevan invertidos según Adif Alta Velocidad más de 1.000 millones, constituye una prueba evidente del fracaso de la política y es un acto de injusticia social, pues no todos los extremeños podrán acceder a esta nueva red ferroviaria, como ocurrirá con los habitantes de las comarcas de las Vegas Altas, La Serena y la Siberia, quebrándose así el principio de igualdad de oportunidades.

Cierto es que Extremadura viene padeciendo una injustica histórica y España está en deuda con ella. Deuda que los gobiernos del PP y PSOE no han zanjado; pero, no es menos cierto, que desde 1983 en que adquiere la condición jurídica de comunidad autónoma, los gobiernos extremeños con sus acciones y actuaciones políticas, no exentas de hiperliderazgos, provincialismo, localismos, falta de interés general, ausencia de altura de miras, impregnadas de no pocos intereses partidistas, que pese a tamaña inversión en el “AVE”, han llevado a casi un 50% de la población extremeña a un estado de pobreza, a tener la menor renta media bruta por habitante de España, a vivir en la comunidad autónoma con menos PIB, con altas tasas de desempleo, sobre todo juvenil, a sufrir las consecuencias de un tren indigno, cuya red ferroviaria, con traviesas del siglo XIX y máquinas diesel, no cuenta con un solo km electrificado de los 725 km que comprende. Porque, tener infraestructuras sanitarias y ferroviarias indignas, autovías necesarias sin construir y carreteras tercermundistas no ayuda al desarrollo de la región y al bienestar de la ciudadanía extremeña.

Ciudadanía que ante tantas promesas incumplidas desde los gobiernos de Aznar, Zapatero, Rajoy y Sánchez, ha caído en el hastío, el descontento, la indignación, la desconfianza y hartazgo de la clase política. Se ha visto abocada a salir en reivindicación de sus derechos, ante los atropellos que viene sufriendo, desde la supresión del tren Ruta de la Plata, eliminación del Talgo (ya restituido), hasta el sinfín de diversas averías en los convoyes.  Días pasados el ministro Ábalos ha anunciado la finalización de las obras en alta velocidad para 2019 y electrificación en 2020, pero ha condicionado la entrada en funcionamiento a los posteriores estudios y pruebas de seguridad.  

La cuestión está en qué clase de ferrocarril y cuándo estará disponible,  tal como lo planteó un equipo de ingenieros del Club Sénior de Extremadura, previa elaboración de los informes técnicos correspondientes (Diario Hoy 15-12-18) y celebrarse  la manifestación en Madrid el 18 de noviembre de 2018. El Club Senior sostiene que finalmente será un tren de altas prestaciones con una sola vía de ancho ibérico, aunque sus traviesas podrán cambiar al ancho internacional. Su puesta en servicio se hará en 3 etapas: Badajoz-Plasencia, Plasencia –Talayuela/Oroperasa y Oropesa-Madrid. En los primeros años, desde finales de 2020 circularán trenes diesel a velocidad máxima de 160 km/hora. Tras la electrificación de la vía se podrá alcanzar una velocidad máxima de 220 km/h. y solo cuando la vía electrificada tenga el ancho europeo esos trenes podrán circular a 250 km/h.

Mientras tanto, se ha sacrificado al  tren convencional, el que vertebra Extremadura de norte a sur y de este a oeste, el tren del pueblo, el que une pueblos y ciudades, el que una vez electrificada toda la red extremeña, alcanzaría una velocidad adecuada y podría ser utilizado por todos los extremeños y extremeñas,  tal como han exigido las plataformas ciudadanas por el Ruta de la Plata y Milana Bonita, que se manifestó por un tren digno en Madrid el 8-09-18, Día de Extremadura. Desgraciadamente, tampoco ha  incidido en la demanda de este tren  el Pacto Social y Político por el Ferrocarril, ocupado  junto con los gobiernos en el “AVE”. Pacto Social que tendrá que replantearse la razón de su existencia, ya que desde 2016 en que se constituyó no cumple con sus objetivos y actuaciones contempladas en el Documento Técnico, ni reivindica,  ni grita la larga injusticia. Tanto es así, que las inversiones en este tren del pueblo sólo han llegado a la renovación de los 17 km de vía única entre la estación de Llerena y el apeadero de Usagre/Bienvenida, por importe de 11 millones de euros y el tramo de 30 km en obra de la vía  Cabeza del Buey-Castuera, adjudicada el 31-01-19 por 10,04 millones de euros a ejecutar en 12 meses.  Hay alguna otra licitación en esta vía Mérida –Puertollano.

Cabe señalar que en el tren Badajoz-Madrid, que no llegará a Lisboa, está aún pendiente de resolverse el trazado desde Extremadura a Madrid. Que el coste de un kilómetro de vía de AVE permite construir 13 kilómetros de vía de tren rápido de altas prestaciones y electrificado. Que desconocemos el trato que se dará al tráfico de mercancías, enlaces y otras cuestiones operativas necesarias. Que coexistirán en servicio tramos nuevos con los viejos. Que seguiremos viendo las viejas máquinas diesel y, como avisa la Delegada del Gobierno en Extremadura, “el tren va a seguir dando problemas, los ciudadanos tienen que saberlo”.

Finalmente, aquí quedan las recientes palabras de la consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda, Leire Iglesias: “Esta ha de ser la legislatura en la que los extremeños puedan ver circulando trenes a 200 kilómetros por hora de norte a sur y de este a oeste de la región”.

FIRMADO: Valentín Sánchez Calvo