120 días después del 18N

El pasado domingo se cumplían 120 días de la movilización extremeña por un Tren Digno en Madrid. La cita, histórica en muchos sentidos, arrojó un mandato claro y unánime: Extremadura está dispuesta a defender su derecho a un tren público que sea sinónimo de progreso, cohesión y sostenibilidad allá dónde hiciera falta.

La relevancia de las reivindicaciones por unas infraestructuras dignas ha sido excepcional en lo que va de presente legislatura. Lo ha sido porque éstas han marcado la agenda política y mediática, porque han acabado por arraigarse en el sentir de un pueblo extremeño que sigue sufriendo atónito los infortunios de sus comunicaciones y porque han obligado a partidos, sindicatos y estructuras económicas a repensar sus hojas de ruta e incorporar esta proclama popular sobre el derecho a la movilidad en el eje central del discurso social.

La posición del Partido Popular en Extremadura en este tiempo no ha sido sencilla ni, por supuesto, cómoda. Así, se han visto obligados a elegir entre la lealtad a una región que jamás perdonaría un silencio cómplice con el Gobierno Central o los intereses particulares de su partido a nivel estatal ante un panorama de desgaste y castigo por su corrupción.

El PP de Extremadura, ante semejante tesitura, ha decidido parapetarse en las figuras de los presidentes de RENFE, ADIF y del ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, que ahora nos visitan regularmente, y a turnos, para convencernos de que todo va bien sin que eso suponga algún tipo de garantía, avance o compromiso real y decisivo para nuestros trenes.

Por su parte, el PSOE extremeño, a la vista de los resultados desastrosos tras dos pactos presupuestarios con el PP, ha jugado a convertirse en la voz de la Extremadura maltratada que debía clamar en Madrid contra una situación injusta, anacrónica y lesiva. Y lo ha hecho como si nunca hubiera gobernando en Extremadura o en el país, como si no tuvieran ningún tipo de responsabilidad.

Pero nuestro pueblo no olvida que ellos fueron quienes nos privaron de nuestra conexión tradicional con el norte por la Ruta de la Plata, que fue el gobierno de Rodríguez Zapatero quien suprimió el TALGO en nuestra Comunidad Autónoma y que, lejos de arrojar alguna sombra de arrepentimiento, hoy en día es la Junta de Extremadura la que desmantela nuestra red convencional en el norte y la que firmó el convenio vigente con RENFE por el que pagamos una cuantiosa cantidad por unos servicios de pésima calidad.

Nuestro pueblo no olvida tampoco que la Junta permanece callada mientras Extremadura sigue sufriendo los mismos retrasos y averías, ¿éste es el Tren Digno Ya que defendía el Sr. Vara?

Como siempre la gente es más inteligente que los partidos y ha tomado la delantera. En estos 120 días la plataforma ciudadana ‘Milana Bonita’ ha iniciado su marcha por las principales ciudades extremeñas para reivindicar nuestro Tren Digno, suscitando, allá donde va, más simpatías para la causa y entretejiendo lazos con los movimientos asociativos. Y es que el pueblo extremeño sabe que nuestro tren no llegará si no es haciendo de cada día un pequeño 18N.

Mientras unos aguardaban expectantes a que la llegada del TALGO apaciguara las voces contra el Gobierno Central, -el silencio tras las incidencias y retrasos sólo ha sido comparable al jolgorio por su llegada- otros seguían gobernando Extremadura ajenos a lo que sus gentes estaban sufriendo y exigiendo, a la espera de que toque de nuevo utilizar el tren como bálsamo para sus propios fracasos.

En estos 120 días la situación no ha cambiado mucho para nuestros trenes y nuestra gente. La inconsistencia de los dos partidos tradicionales cuando deben defender a Extremadura es de proporciones bíblicas, y estos 120 días que han transcurrido desde que miles de extremeños se movilizaran en Madrid, han demostrado que pronto Extremadura pasará de reivindicar su Tren Digno Ya, para pedir políticos a la altura de su gente.

A lo mejor la solución a nuestros problemas llega antes así.

POR: Sete Álvarez.

Responsable del área de Infraestructuras de Podemos Extremadura.