Anselmo Solana: “El cierre de oficinas bancarias está discriminando y excluyendo socialmente"

La Federación Vecinal de Badajoz y Poblados Siglo XXI ha presentado el Informe sobre la Exclusión Social Financiera en la ciudad de Badajoz y Poblados. 

La exclusión social financiera forzada es aquella que impide a los ciudadanos acceder a los servicios financieros necesarios de una forma apropiada, por razones de precio, requisitos de acceso, escasez de oferta o discriminación social, así como distancia a las entidades financieras. Y este es el caso que nos ocupa, porque en nuestra ciudad cada vez se han ido cerrando un número mayor de oficinas bancarias. 

Anselmo Solana es el presidente de dicha federación, e indica que “muchas de estas personas, además son mayores, con limitada o nula formación financiera y digital y con poca capacidad de poder revertir esta situación, lo que hacen que necesiten ayuda, no solamente para realizar dichas operaciones sino para el traslado a la oficina bancaria de referencia, para la realización operaciones básicas bancarias, como el cobro de su pensión, el pago o devolución de recibos, la extracción de dinero, etc”. 

Asimismo, Solana indica que en el caso de Badajoz ciudad, “hemos pasado de 115 oficinas bancarias activas en 2015 a las 72 oficinas en 2023. Esta exclusión no solo afecta a las personas mayores, que normalmente vemos nuestra capacidad de movilidad más reducida, sino que también excluye a otros ciudadanos o colectivos a una accesibilidad adecuada a los servicios financieros, como pequeños empresarios, autónomos o negocios del barrio para acceder al crédito y otros servicios financieros”. 

“Si hacemos una búsqueda de Google de oficinas bancarias (bancos y antiguas cajas de ahorro) nos da una centralización de oficinas en zonas geográficas muy concretas, como el centro ciudad, Plaza de España, Juan Carlos I, Plaza de Minayo, San Francisco, Santa Marina y Fernando Calzadilla, Ricardo Carapeto y en la zona de Valdepasillas. Mientras que en el resto nos encontramos que en barrios como Cerro Gordo, Cerro de Reyes, La Pilara, Las Vaguadas, Suerte Saavedra, Ciudad Jardín, Estación, Cuartón Cortijo, Gurugú, Santa Engracia, La Granadilla, así como algunos poblados como Sagrajas, Alvarado y Alcazaba donde la presencia de bancos y cajeros son nulas, porque no tienen ni oficinas ni cajeros automáticos”, expresa el presidente de la federación vecinal. 

Desde Siglo XXI lo tienen claro: “El cierre de oficinas ha tenido consecuencias sobre las personas, al tener que desplazarse a largas distancias para cobrar su pensión, pagar recibos, impuestos, o cualquier otra gestión bancaria. Sobre todo, para las personas más vulnerables o con dificultades de movilidad, lo que les obliga a apoyarse en la familia o representantes, con desplazamientos en vehículos”. 

Así, desde la Federación Vecinal de Badajoz y Poblados, indican: “Podemos determinar que el cierre de oficinas bancarias no ha afectado por igual a la ciudad. Las zonas centros y barrios con oficinas tienen recursos y posibilidades. Sin embargo, en los barrios más alejados del centro o de las zonas estratégicas de la ciudad, son los que más han sufrido el cierre de oficinas bancarias, donde es necesario hacer desplazamientos largos hasta las oficinas para realizar operaciones bancarias básicas, como el cobro de su pensión, pago de recibos, impuestos, o cualquier otra gestión bancaria”. 

Por ello, Anselmo Solana traslada que “los acuerdos y convenios de colaboración entre la administraciones central, local o autonómica y las entidades financieras, son una herramienta eficiente en el acercamiento de los servicios financieros  a los ciudadanos, a través de los cajeros, derribando, al menos en parte, la brecha digital y financiera de sectores importantes de la población, como ocurre por ejemplo, en los diversos acuerdos en Extremadura entre las diputaciones de Badajoz y Cáceres con determinadas cajas rurales, para este acercamiento financiero, por lo que es necesario seguir incidiendo en estas medidas”. 

Además, Solana expresa que “las asociaciones de vecinos podríamos ser un instrumento de cohesión de estos colectivos más excluidos socialmente en materia financiera a través de la impartición de formación aprovechando sus instalaciones y locales. Entendemos que en aquellos barrios donde no existen recursos financieros que están excluyendo socialmente a los vecinos de las zonas serían un espacio donde informar y formar, e incluso en aquellos espacios donde con los informes técnicos preceptivos vinculantes y objetivos, serían un lugar a valorar para instalación de los recursos financieros que un día esos barrios tuvieron.”  

El presidente de la federación vecinal concluye: “El cierre de oficinas bancarias está discriminando y excluyendo socialmente, con lo que la brecha de la desigualdad se sigue agrandando. Lo que hace que en la ciudad se estén generando más desigualdades y categorías de ciudadanos. Los que tienen los recursos financieros en su zona, los que no la tienen y aquellos otros que por su distancia y lejanía necesitan de recursos familiares para poder disponer de un efectivo que les ayude a acercarse a barrios y zonas de la ciudad donde poder tener disponibilidad de retirar su dinero”.