El informe demuestra que hubo intoxicación por Salmonella en La Codosera
21 de Febrero de 2018
El pasado mes de junio, 42 excursionistas de Cáritas Mérida viajaron hasta la piscina natural de La Codosera para pasar un estupendo día, todos, procedentes de la capital autonómica. Pero por la tarde-noche la jornada comenzó a complicarse, pues la mayoría de ellos empezó a sentirse mal.
Lo primero que hicieron fue dirigirse hasta el Hospital y desde el área de salud de Mérida llamaron a Alburquerque para poner en conocimiento lo que estaba sucediendo. Los integrantes del grupo parecían tener un brote de salmonelosis, pero ello debía certificarlo un informe.
Ahora, 7Días ha tenido acceso al mismo, donde certifican que 13 personas presentaron tal enfermedad ese día, así como dos trabajadores dieron positivo en uno de los controles.
Una de las integrantes de este grupo nos cuenta que el menú con el restaurante en cuestión ya estaba concertado, añadiendo que ninguno de los integrantes había comido ningún alimento o transportado comida hasta allí, es decir, asegura que el brote de la enfermedad vino motivado por la comida que el restaurante ofreció ese 24 de junio de 2017.
Tras los ingresos hospitalarios y atención sanitaria de la mayoría de estos excursionistas saltaron las alarmas y el SES puso todo en marcha para realizar los análisis correspondientes en este tipo de situaciones.
Tras varios días de espera, el 11 de julio, Caritas decidió solicitar información sobre cómo estaban yendo estos estudios. Fueron atendidos por la directora general de Salud Pública, Pilar Guijarro González; y la directora del área de Salud de Badajoz, María Sonia Vizcaíno Jaén. Ambas aseguraron que recibirían la información pertinente cuando todos los informes estuvieran listos.
Pero la espera continuó, y este grupo de excursionistas no quiso quedarse de brazos cruzados, por ello, en el mes de noviembre del pasado año registraron una petición de información ante la Comisión de Peticiones de la Asamblea de Extremadura (registro que permite a los ciudadanos recibir información) y a través de ella, los 42 integrantes de esta excursión han podido saber que existió un brote de salmonelosis, tal y como ellos sospechaban desde el primer momento.
DATOS DEL INFORME
El documento al que 7Días ha tenido acceso detalla que el día 27 de junio, la Dirección de Salud de Mérida recibe una notificación por parte de la EAP San Luis-Mérida de un posible brote colectivo de toxiinfección alimentaria (TIA) ocurrido a este grupo de excursionistas. Ese mismo día se pone en conocimiento esta situación a la Dirección de Salud de Badajoz.
Según la información, de las 42 personas a riesgo, enfermaron 32 con síntomas compatibles con una gastrointeristis aguda. De estos, 30 fueron atendidos en urgencias del Hospital de Mérida, precisando 7 el ingreso, 1 fue atendido en urgencias del Hospital Infanta Cristina y otro en la Clínica Clideba, estos dos últimos sin precisar ingreso.
El informe dice que se realizaron 18 coprocultivos, aislándose en 13 muestras Salmonella serogrupo D. Por ello rápidamente iniciaron el estudio e investigación del brote, realizando inspecciones y toma de muestras pertinentes.
Fue el 28 y 29 de junio de 2017 cuando los Servicios Veterinarios de la Zona de Salud de Alburquerque proceden a visitar el establecimiento supuestamente implicado. Inspeccionaron el local y las instalaciones, pero comprobaron que no existían muestras de la comida que se sirvió el día 24 de junio, realizando pruebas a huevos, que dieron ausencia de Salmonella spp.
El 4 de julio citaron a los 4 trabajadores que manipularon la comida que constaba en el menú que sirvieron a los 43 excursionistas. Les realizaron un coprocultivo y frotis nasofaríngeo. El resultado fue un positivo en Samonella grupo D en un manipulador, y un frotis positivo a Staphylococcus aereus en otro manipulador, resultando los otros dos negativos.
Por este motivo, el 7 de julio, los Servicios Veterinarios vuelven a realizar otro control al establecimiento procediendo a informar del resultado de los análisis realizados a los manipuladores, alertando por tanto a aquellos que dieron positivo que no podrían estar en contacto con alimentos en tanto no acreditasen que ya no eran portadores. Asimismo, recomendaron seguir tratamiento médico y comunicar con los servicios veterinarios de la zona de Salud de Alburquerque una vez el resultado analítico fuera negativo.
El 25 de julio y 25 de agosto realizan nuevos controles no detectando deficiencias en el establecimiento y constatando que los análisis a productos y superficies son correctos, así como que los manipuladores afectados han dado negativo después del tratamiento recibido.
El informe concluye que se trata de una toxiinfección alimentaria coleciva que afectó a 32 personas de 42 a riesgo, siendo aislado el mismo germen (Salmonella grupo D) tanto en 13 muestras de pacientes como en uno de los trabajadores que manipularon alimentos de este establecimiento el día 24 de junio.
Sin embargo, el informe también dice que no se ha podido determinar la presencia del agente causal en los alimentos ingeridos por los afectados al no quedar restos de los mismos, ni muestras testigos de las comidas elaboradas.
El menú que los excursionistas comieron ese día fue calamares, gazpacho, bacalao dorado y pollo asado.
“QUEREMOS DISCULPAS PÚBLICAS”
Tras saltar la noticia a la prensa en julio de 2017, un grupo de Facebook denominado ‘Asociación de Empresarios de La Codosera’ recogía un escrito acerca de este tema: “Que no hay, ni hubo, ninguna fuente de Salmonella como se indicó en fechas pasadas en diferentes medios”.
Usuarios de esta red social comentaban esta publicación: “Ahora tomad medios jurídicos contra ellos”, “lo mismo que dieron la noticia en la tele y no era cierto, que la vuelvan a dar y la rectifiquen”, “A ver si ahora le dan tanto bombo como cuando dieron la falsa alarma…”, “… en cuanto a los clientes que dijeron que no llevaban comida, se les ha quedado el culo al aire”.
Ante esto, desde Caritas Mérida exigen disculpas públicas. Una de las integrantes relata a 7Días que todos los asistentes a dicha excursión tienen pocos recursos, “ninguno trajo comida de su casa, el menú estaba concertado con anterioridad”, asegura. Además, nos cuenta cómo esa excursión se convirtió en una pesadilla.
A la enfermedad que sufrieron la mayoría de ellos, se suman los comentarios desagradables que tuvieron que leer en redes sociales. “Queremos que todo el mundo sepa la verdad, y que también se respete a los medios de comunicación, que en todo momento lo único que hicieron fue informar de lo que estaba ocurriendo”.
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