La subida del salario mínimo “pondrá en una situación muy difícil a un gran número de pymes extremeñas”

La Federación Empresarial Cacereña considera que la subida unilateral del salario mínimo, “decisión tomada sin el consenso con la patronal, va a generar en la provincia de Cáceres y en toda Extremadura el cierre de empresas y con ello, un perjuicio para los trabajadores, justo el efecto contrario que pretende el Gobierno, situación a la que se llega sin negociar con la parte empresarial implicada, tomando decisiones basadas en el calendario electoral y completamente partidistas”.

De este modo afirman que una comunidad como la extremeña, “que nos guste o no, estamos en la parte baja de la tabla en cuanto a salarios, empresas y sobre todo inversiones, y donde la subida del SMI a 1.080 euros supone que éste equivalga a más del 70% del salario promedio, concretamente el 73,8% en Extremadura y el 70,8% en la provincia de Cáceres, según datos del Informe sobre salarios elaborado por CEPYME, sobre la repercusión de la subida del SMI en la Pyme española”.

Indican que otro perjuicio importante de esta subida afecta a todas las empresas que mantienen contratos con el sector público, que por supuesto deben revisarse al alza para hacer frente a esta subida que destroza las cuentas de la empresa. Y por no hablar de las interferencias en convenios firmados y tablas salariales pactadas en el seno de la negociación colectiva

Añadiendo a la subida de las cotizaciones, el aumento de costes fijos como los alquileres, la luz, los carburantes, las materias primas por culpa de la inflación, con esta nueva subida del SMI, “los costes para los autónomos y pymes se disparan hasta tal punto que "se pone en riesgo la supervivencia de las empresas y con ella la de los puestos de trabajo que creó y mantiene. Como dato, según el informe de ocupación en diciembre de SS, la variación interanual en el número de empresas en la provincia de Cáceres arroja un saldo negativo de 138 empresas y 348 trabajadores autónomos, de manera que teniendo en cuenta la actual situación, no es descabellado pensar que, de seguir así, y sin escuchar a la parte empresarial en las mesas de negociación, se va a dar la puntilla al mercado laboral cacereño”.