Se cumplen 100 años del intento de las dos diputaciones para regionalizar Extremadura

El lunes, 26 de noviembre, se cumplirán cien años del intento de las dos diputaciones extremeñas (la de Badajoz y la de Cáceres) para regionalizar el Gobierno de Extremadura, constituyendo una Asamblea y fomentando el extremeñismo.

Lo recuerda la Diputación de Badajoz cuyo Archivo Provincial ha elegido como documento del mes el texto donde se recoge esa iniciativa.

“Con motivo de conmemorarse”, afirma la Diputación, “el centenario de la constitución en Mérida, el 26 de noviembre de 1918, de las comisiones designadas por las diputaciones de Cáceres y Badajoz para el fomento de la Unión Regional Extremeña, presididas respectivamente por sus presidentes Emilio Herreros y Manuel Candalija, el Archivo Provincial de la Diputación ha seleccionado como documento del mes de noviembre la publicación de las respuestas al cuestionario dirigido, por acuerdo de dichas comisiones, a todos los ayuntamientos, entidades culturales, prensa periódica, sociedades y organismos de todo tipo y a cuantas personas de ambas provincias tuviera algún relieve y significación social para exponer su opinión”.

“El texto”, añade la Diputación de Badajoz, “recoge 201 respuestas de la provincia de Badajoz de las que se deduce una adhesión generalizada al movimiento regionalista y en favor de la descentralización y la supresión de las diputaciones que serían sustituidas por una Asamblea de ámbito regional.

“El arranque del regionalismo extremeño fue tomando forma a raíz de esta iniciativa de las propias diputaciones. Fueron ellas las que se erigieron en defensoras de ese incipiente sentimiento regional, emprendiendo acciones como éstas destinadas a reafirmar la propia identidad de Extremadura".

Una de las medidas de mayor calado y propuesta de manera urgente, consistió en convocar este sondeo entre los sectores sociales extremeños más relevantes para que manifestaran su opinión a dos cuestiones: exigir al Gobierno solucionar el endémico problema de los escasos recursos de las haciendas provinciales y municipales, y el reconocimiento explícito y legal de un ente regional, tanto desde el punto de vista político como administrativo, que asumiera las competencias propias de las diputaciones y otras que pudiera cederle el mismo Estado.

“Se tomó también el acuerdo de informar puntualmente al Gobierno de este movimiento, dejando patente al mismo tiempo el claro sentimiento españolista de la región que se manifestaba crítica con las pretensiones nacionalistas de vascos y catalanes. En el fondo, el objetivo no era otro que iniciar una tímida transformación gradual de la administración local”.

“Este llamamiento tuvo una importante respuesta, aunque las reacciones a las propuestas en su mayoría no fueran en general muy innovadoras, tendiendo más bien a la lealtad institucional, sobre todo en el caso de los ayuntamientos”.

De la mencionada publicación, titulada ‘Fomento de la Unión Extremeña’, solo se conservan en la actualidad tres ejemplares que se localizan en la Biblioteca Nacional de España, la Biblioteca Regional de Extremadura y el Archivo Provincial de la Diputación de Badajoz, según asegura la propia Constitución.