Trabajar no debe costar la vida: 8 muertes laborales en Extremadura en lo que va de año

La Unión General de Trabajadores (UGT) de Extremadura ha alertado de la situación crítica de la siniestralidad laboral en la región, que ha dejado ocho muertes en lo que va de año, a pesar de que los datos oficiales reflejan un descenso respecto al año anterior.

La secretaria de Salud Laboral y Políticas Sociales del sindicato, Mª José Ladera, ha calificado de “intolerable” esta cifra de víctimas mortales y ha criticado la actitud de muchas empresas, a las que acusa de abordar la prevención de riesgos laborales “de forma superficial y con falta de compromiso”.

Según los datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social, Extremadura ha registrado 3.552 accidentes laborales en el primer cuatrimestre de 2025, un 4,64% menos que en el mismo periodo del año anterior. El descenso se ha debido, sobre todo, a la reducción de los accidentes durante la jornada laboral (-5,06%), ya que los in itinere se han mantenido estables.

Sin embargo, la incidencia de siniestralidad en jornada laboral en la comunidad sigue siendo muy superior a la media nacional: 218,8 frente a 198,2. Aún más alarmante es la incidencia mortal, que con un índice de 0,537 más que duplica la media estatal (0,235), lo que para UGT refleja una “grave desprotección en materia de seguridad laboral”.

El sindicato ha denunciado que la alta siniestralidad se concentra en sectores como la construcción, agricultura, industria manufacturera, comercio y sanidad, actividades con elevados niveles de precariedad, temporalidad y microempresas, donde la prevención y la formación en riesgos laborales son claramente insuficientes.

Desde UGT Extremadura han insistido en la necesidad de reformar en profundidad la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, reforzar la Inspección de Trabajo y crear figuras como los delegados de prevención sectoriales y territoriales. “Los entornos laborales seguros son un derecho fundamental y no una opción”, ha advertido Mª José Ladera, quien ha pedido poner la salud y seguridad por encima de cualquier interés económico.