Aprueban el primer tratamiento contra el alzhéimer que puede aplicarse en casa: una nueva era
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) ha aprobado Leqembi IQLIK, la primera formulación subcutánea del fármaco lecanemab contra el alzhéimer. Se trata de un avance significativo, ya que hasta ahora el medicamento solo podía aplicarse en hospitales mediante infusiones intravenosas cada dos semanas, un proceso largo y agotador para pacientes y familias. Con el nuevo formato, disponible únicamente en EE. UU., la administración puede realizarse en casa mediante un dispositivo similar a un bolígrafo de insulina.
Leqembi actúa sobre las placas de β-amiloide, una proteína que se acumula en el cerebro e interfiere en la comunicación entre neuronas. El fármaco facilita que las células defensivas del sistema nervioso puedan reconocer y eliminar estos depósitos, ralentizando así el avance del deterioro cognitivo y funcional. Ensayos clínicos como el CLARITY-AD muestran que puede retrasar el curso de la enfermedad en torno a un 27% en fases tempranas.
Aunque no es una cura definitiva, este avance representa un cambio simbólico: por primera vez, un tratamiento biológico complejo contra el alzhéimer puede aplicarse de forma práctica en el hogar, reduciendo desplazamientos, estrés y favoreciendo que los pacientes mantengan la regularidad del tratamiento. Expertos señalan que este hito inaugura una nueva etapa en la lucha contra la enfermedad, que durante décadas careció de opciones terapéuticas efectivas.
El acceso, sin embargo, continúa siendo un reto. El fármaco tiene un coste aproximado de 19.500 dólares anuales (unos 16.500 euros), lo que limita su disponibilidad fuera de Estados Unidos y plantea dudas sobre su incorporación a sistemas de salud públicos con menos recursos. Además, la terapia solo está indicada en fases tempranas de la enfermedad y en pacientes con diagnóstico confirmado de placas de amiloide, y puede causar efectos secundarios como inflamación o microhemorragias cerebrales.
En Europa, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó el lecanemab intravenoso en abril de 2025, pero aún no ha autorizado la formulación subcutánea. Así, aunque la UE fue pionera en avalar el fármaco, Estados Unidos se adelanta en ofrecer una versión más cómoda y accesible, un paso que podría transformar la manera en que se diseñan y aplican futuros tratamientos biológicos.