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OPINIÓN: ¿Extremadura permitirá la destrucción de la ciudad de Navalmoral de la Mata?

Plataforma 'No al Muro'

22 de Marzo de 2024

OPINIÓN: ¿Extremadura permitirá la destrucción de la ciudad de Navalmoral de la Mata?

 

Todas las ciudades forman parte de procesos de actualización, así como los territorios en los que se sitúan y, cualquier infraestructura debe integrarse en ambos ámbitos. ¿Qué está ocurriendo con el tren de altas prestaciones a su paso por Extremadura? ¿A quién le importa lo ocurra con el tren en Navalmoral de la Mata?

 

En primer lugar, cuando todo el mundo divagaba acerca del Ave Madrid-Lisboa, este se diseñó (hace 25 años) ya únicamente en el mapa: debía seguir una sola línea para enlazar con la mayor velocidad posible dos puntos distantes. Es entonces cuando se acuñan las consignas de un Ave como “tren digno ya”, (como si la dignidad fuera una máquina con railes) preocupados por ser la única región sin un km electrificado. Esta política dio lugar, permitió, el abandono con el consiguiente deterioro y envejecimiento del resto de la red ferroviaria extremeña, claves para el desarrollo social y económico de la región.

 

Para los empresarios de Badajoz se trataba de conseguir lo más rápidamente posible el Ave y luego ya se vería qué hacer con las otras cinco líneas férreas disponibles. Y luego ya se vería como conectarse mejor, y cómo integrar las ciudades en dicha línea. Navalmoral estaba muy lejos de esa consideración.

 

En segundo lugar, desde todas las instituciones tanto del estado como de la región se obvió a la población y municipios afectados por ese tan prometido tren, ya no Ave sino rápido, que al menos tenía la ventaja de ser mixto, viajeros y mercancías. Se nos vendía como “tren extremeño” a sabiendas que necesitábamos la conexión con Lisboa (el gobierno portugués decidió ralentizarla) y la conexión con Madrid a través de Castilla la Mancha (el gobierno español la dejó caducar).  Nos repetían que todo se resolvería por su propio peso (político) tanto de la necesaria integración urbana para las cinco grandes ciudades del recorrido, como del resto de poblaciones menores.

 

 Para el ministerio entonces de Fomento, luego de Transportes y Agenda Urbana, y Adif ya verían el cómo y el cuándo (aunque siempre prometían para mañana) dado que la inexplicada mesa del ferrocarril del gobierno de Extremadura se iba quedando sin dignos representantes. Navalmoral de la Mata nos existía en sus planes.

 

Pero la contestación social se hizo pertinente.  Las denuncias tan evidentes del estado de la red por el movimiento extremeño por un Tren Público, Social y Sostenible, el movimiento por el tren Ruta de la Plata y la Plataforma cívica de Navalmoral, exigían para Extremadura algo más que un mapa en el que trazar líneas lo más rectas, dignas y rentables posibles. Por vergüenza se cambiaron a toda prisa las traviesas de madera de hace un siglo que un cabrero denunció en redes sociales.

 

Gracias a los movimientos sociales, se empieza a demandar un mallado que permita la intermodalidad y accesibilidad universal. Por fin se hace visible que desde Plasencia hacia el norte peninsular no hay tren, (una estación sin trenes), y que desde Valencia de Alcántara hacia Portugal la línea se ha quedado aislada y sin futuro.

¿Dónde se encuentra la problemática del tren en Navalmoral?

 

Siempre se ha tratado como un asunto estrictamente local. El proyecto, aprobado en 2010, se redactó según el estudio informativo y el estudio de impacto medioambiental para el tramo Navalmoral de la Mata-Cáceres, por 73 millones de euros. La chapuza de proyecto era monumental, la ciudad se convertía en un villorrio divido para siempre.

 

 Diez años más tarde, y de obligado cumplimiento por ley del sector ferroviario, se realizan distintas reuniones técnicas entre la empresa, ayuntamiento, técnicos locales forzados para la creación de la plataforma cívica. Se comprobó que técnicamente la solución en superficie no resolvía la permeabilidad de una ciudad ya consolidada y que el soterramiento era la única opción que sí lo permitía. Eso sí, el presupuesto en superficie había aumentado hasta los 94 millones de euros y enseguida el equipo municipal de entonces se dio por satisfecho.

 

El paso del tren por Navalmoral siempre ha sido tratado como un problema menor casi sin importancia con respecto a la solución urbana a tomar. Los gobiernos de entonces dejaron a la población sin defensa ante un ministro, sí el Ábalos tan famoso hoy, y desde luego lo mismo hicieron todos los diputados regionales tanto en el Senado como en el Congreso. Si la solución era política que con ellos no contáramos.

 

Con tantas promesas de mejora y progreso, con tanto anuncio apresurado de no os preocupéis que mañana llega el tren, aun ni siquiera está electrificada la línea que atraviesa la región y no hay continuidad inmediata ni al Lisboa ni a Madrid. Por fin    toda la sociedad extremeña ya conoce el desagravio del nuevo tren de altas prestaciones para Navalmoral de la Mata.

 

¿Vamos a permitir la destrucción urbana a pesar de la indolencia política para con una ciudad que la consideran un pueblo de nada?

 

 El trabajo de la plataforma no al Muro, sí al Bulevar, y de toda la población de Navalmoral y comarcas ha sido ímprobo. Se han echado, en las últimas elecciones, a los dos partidos que impedían humanizar la tercera ciudad de la provincia de Cáceres, pero aun nos tiene que escuchar el Ministerio actual

 

El tren tiene que seguir pasando por la ciudad para potenciarla y sumar viajeros, con el soterramiento y la creación de un bulevar como eje verde de lado a lado de la ciudad se obtendría un nuevo espacio público al aire libre; para hacer ejercicio, andar en bici e incluso inducir nuevos emprendimientos en su entorno. Un muro condena, un bulevar genera recursos. Un muro nos pone en conflicto permanente, un bulevar evita el aislamiento. Un muro discrimina, un bulevar nos une. Un muro nos quita derechos, un bulevar crea espacios públicos.

 

¿Es posible modificar el proyecto ya en ejecución? ¿Hay algún muro en el mundo que haya mejorado la vida de las personas allí donde se instala?

 

A los que perdieron las elecciones incluso hoy siguen mintiendo cuando afirman que la línea del tren no empieza en Madrid, sino en Navalmoral y que soterrar supondría paralizar el tren para siempre. ¿Habrá que recordarles que la continuación a Toledo (dirección Madrid) no tiene el estudio informativo aprobado? ¿Tan rápido han perdido la memoria?

 

Con el apoyo decidido e irrenunciable tanto de la Junta de Extremadura, como del actual gobierno municipal, no podemos, no cumplir la ley. No podemos perder los derechos adquiridos. La propia legislación de Extremadura (Ley de Ordenación Territorial y Urbanística Sostenible de Extremadura) dice que: “Deben evitarse rutas peatonales segregadas y pasos subterráneos”; “Deben evitarse muros”; “Deben evitarse entrantes o salientes que corten visuales y sean percibidos como potenciales escondrijos”.; “Los sistemas generales urbanos de nueva creación deberán contar con desplazamientos peatonales y ciclistas”.

 

No podemos permitirnos en pleno siglo XXI, vivir divididos, no podemos retroceder en derechos como el de la movilidad y permeabilidad urbana que todas las agendas urbanas europeas, nacionales y regionales incluyen. La sociedad extremeña y el gobierno extremeño   reclaman responsabilidad política al nuevo ministro Oscar Puente, antes de que sea muy tarde para ello.