24 Agosto 2025
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¿Qué significan las luces del tablero? Claves para entender las señales de tu coche

19 de Agosto de 2025

¿Qué significan las luces del tablero? Claves para entender las señales de tu coche

 

Una de las experiencias más comunes pero a menudo más inquietantes al volante es ver encenderse una luz en el tablero del coche. A veces es solo una señal de que las luces están activadas o que el depósito necesita gasolina. Otras veces, sin embargo, puede indicar un problema serio en el vehículo. Entender el significado de los colores y símbolos de las luces del tablero es esencial para conducir con seguridad y evitar costosas reparaciones. Y si además estás considerando cambiar de coche, es útil consultar una plataforma como Ovoko, líder en el sector del mercado de repuestos, pero también conocer detalles como el precio luna coche, ya que una luna dañada también puede generar alertas en el panel. En este artículo, te guiaremos para interpretar correctamente estas señales y actuar de forma adecuada en cada caso.

 

El lenguaje de los colores: una guía visual para tu seguridad

 

Uno de los elementos más intuitivos del sistema de alerta del coche es el uso de colores. Las luces del tablero no solo muestran símbolos, sino que lo hacen con un código cromático diseñado para indicar el nivel de urgencia.

 

Las luces rojas

 

Las luces rojas son las más críticas. Cuando se enciende una luz roja en el tablero, significa que hay un problema que requiere atención inmediata. Puede tratarse de una falla en los frenosbaja presión o temperatura anómala del aceiteproblemas con la batería o incluso un sobrecalentamiento del motor. Ignorar estas señales puede tener consecuencias graves, tanto para el coche como para la seguridad de los ocupantes. Por eso, cuando veas una luz roja encendida, lo más prudente es detener el vehículo en cuanto sea seguro y evaluar la situación o contactar con la asistencia.

 

Las luces amarillas y naranjas

 

Las luces amarillas o naranjas son señales de advertencia. No necesariamente implican una emergencia, pero sí indican que algo no funciona correctamente y que es recomendable acudir a un taller lo antes posible. Pueden alertar sobre un nivel bajo de aceiteproblemas con el sistema de tracciónmalfuncionamiento de los airbags o fallos en la iluminación. Aunque puedas seguir conduciendo, no deberías ignorarlas. Lo ideal es interpretarlas como una advertencia preventiva que te da tiempo para actuar antes de que el problema empeore.

 

Luces verdes y azules

 

Las luces verdes y azules, en cambio, son simplemente informativas. Te dicen que una función o accesorio está activado, como los intermitentesluces de cruce o carretera, o incluso el control de crucero. No requieren ninguna intervención por tu parte, salvo que se mantengan encendidas cuando ya no deberían, lo cual podría indicar una pequeña falla eléctrica. Aunque no impliquen un riesgo, es fundamental no ignorarlas por completo. Estas luces te ayudan a mantener un control consciente del estado de tu vehículo, y a confirmar que las funciones esenciales están activadas correctamente. En ciertos modelos más modernos, también pueden señalar la activación de tecnologías como el asistente de cambio de carril o el modo de conducción ecológica.

 

Símbolos universales, pero no tan obvios

 

Cada coche puede tener pequeñas variaciones en su panel, pero en general, los fabricantes utilizan símbolos bastante estandarizados para facilitar su comprensión. Sin embargo, el significado de cada símbolo no siempre es evidente, especialmente para conductores menos experimentados. Por ejemplo, el símbolo de un termómetro sobre líneas onduladas señala un problema con la temperatura del motor, mientras que una aceitera con una gota indica baja presión o nivel de aceite. Un círculo con un signo de exclamación puede referirse al sistema de frenos, y un icono de batería señala un fallo en el sistema eléctrico. Un error común es pensar que todas las luces son iguales o que pueden ignorarse temporalmente. Pero la realidad es que cada una está diseñada para cumplir una función específica. Interpretarlas correctamente es parte de una conducción responsable, y puede ser la diferencia entre una simple revisión mecánica y una avería grave.

 

Qué hacer cuando se enciende una luz en el tablero

 

La reacción adecuada ante una luz encendida depende del color y del símbolo que aparezca. Como regla general, una luz roja exige detenerse, mientras que una luz amarilla permite continuar con precaución, y una verde o azul es simplemente indicativa. Si se enciende una luz roja, lo mejor es parar el coche lo antes posible, siempre en un lugar seguro, y revisar el manual del vehículo. A veces, puede ser algo tan sencillo como el freno de mano activado, pero en otros casos podría ser un problema que afecte directamente al funcionamiento del motor o a la seguridad del sistema de frenado.

 

Ante una luz amarilla, no hay necesidad de detenerse inmediatamente, pero sí conviene programar una revisión mecánica lo antes posible. Algunas luces amarillas, como la del control del motor (check engine), pueden indicar múltiples causas, desde una falla menor en los sensores hasta una anomalía más seria que, de no tratarse, podría afectar el rendimiento del coche o aumentar el consumo de combustible. Las luces verdes y azules no requieren ninguna acción inmediata, salvo verificar que la función activada esté en uso voluntario. Por ejemplo, si las luces largas están encendidas sin que lo hayas notado, podrías deslumbrar a otros conductores.

 

Ejemplos comunes y situaciones prácticas

 

Imagina que estás conduciendo de noche y de repente se enciende una luz roja con el símbolo de un volante y un signo de exclamación. Esto puede indicar un problema con la dirección asistida, algo que no solo afecta la comodidad, sino también la maniobrabilidad del coche. En ese caso, reducir la velocidad y buscar un taller sería lo más aconsejable. O bien, supón que una luz amarilla en forma de coche con líneas onduladas debajo se activa en un día lluvioso. Esa luz te está diciendo que el control de tracción ha detectado una posible pérdida de adherencia. Tal vez no requiera un taller, pero sí una conducción más cuidadosa en esas condiciones. Y si ves una luz azul con el icono de un faro, es simplemente una señal de que llevas las luces altas activadas, lo cual puede ser normal en una carretera oscura, pero peligroso si te cruzas con otros vehículos.

 

La importancia del manual del vehículo y del mantenimiento preventivo

 

Aunque muchos símbolos son universales, cada coche puede tener especificaciones distintas y luces personalizadas según el modelo y la tecnología incorporada. Por eso, consultar el manual del propietario no es un acto obsoleto, sino una herramienta clave para conocer cómo se comunica tu vehículo contigo. Además, una buena práctica de mantenimiento preventivo puede evitar que muchas de estas luces se enciendan. Revisiones periódicas, cambio de aceite, control de neumáticos y chequeo del sistema eléctrico son medidas sencillas que ayudan a mantener el coche en buen estado y a evitar sorpresas desagradables en mitad del trayecto. Si alguna luz permanece encendida o se activa de forma recurrente, lo más sensato es acudir a un taller cualificado, donde puedan hacer un diagnóstico con herramientas específicas. Esto no solo resolverá el problema actual, sino que podría detectar otros fallos ocultos antes de que se conviertan en problemas mayores.

 

El tablero del coche no es solo una colección de luces y símbolos; es un sistema de comunicación pensado para protegerte y para garantizar el buen estado del vehículo. Aprender a leer e interpretar estos avisos es una habilidad básica pero fundamental para cualquier conductor, tanto por razones de seguridad como de economía. Recuerda que una luz roja nunca debe ignorarse, que las luces amarillas requieren atención planificada, y que las verdes o azules son indicadores de funciones activas. Y por supuesto, ante cualquier duda, el manual del coche y los profesionales de un buen taller son tus mejores aliados. Mantenerse informado y actuar con responsabilidad no solo alarga la vida del coche, sino que también te da tranquilidad al volante. Porque al final, un conductor que entiende a su coche es un conductor más seguro.