9 Junio 2025
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“Tuve que vencer mi propio miedo al contagio para seguir ayudando”

“Tuve que vencer mi propio miedo al contagio para seguir ayudando”

Acción contra el Hambre quiere poner en valor la labor realizada por el personal humanitario sobre el terreno y apelar a su consideración como personal esencial, al mismo nivel que los sanitarios, para poder seguir llegando a quienes lo necesitan.

Los más de 6000 profesionales humanitarios de Acción contra el Hambre en 50 países lo tuvieron claro desde el primero momento, pese a que esto chocase frontalmente con el “todo el mundo en casa” decretado en cadena en un gran número de países desde el 14 de marzo.

“Creo que lo más duro ha sido el miedo a contagiarme, o a que alguien de mi equipo se contagiase”, apunta Javier Yesid Velandia Leal, coordinador logista en Colombia, quien recuerda como el momento más difícil “cuando tuve que subirme a un avión para ir al Amazonas, donde los casos de COVID-19 incrementaban a gran velocidad, una zona del país que no conocía, con un equipo de trabajo que no conocía y con el riesgo latente a ser contagiado, dejando atrás a mi familia”.

Pero Javier era consciente de la importancia de su labor en primera línea: “la logística no se detiene, de nosotros depende que todos nuestros compañeros tengan lo necesario para hacer su trabajo, es una cadena”. Su compañero de misión, Luis Fernando Ramírez destaca la importancia de contar con experiencia en emergencias anteriores: “para trabajar contra el reloj tienes que ser muy consciente de que un retraso en una entrega puede significar que un niño o una niña se queden un día sin comer”.

La coordinadora de recursos humanos de Mauritania, Caroline Legat, recuerda como momento crítico cuando se anunció el cierre inminente de fronteras internas en el país y gran parte del equipo tuvo que decidir en un momento si seguir trabajando en zonas remotas o tratar de volver a casa con su familia: “esto supuso una importante carga de estrés psicológico: estar lejos de tu familia en un momento como aquel y seguir volcado con la población es algo que sólo se puede gestionar con un fuerte compromiso humanitario”.

Tecnología, distancia, higiene extrema y máxima creatividad

“Sin duda, la palabra “reinventar” ha sido el término clave durante este periodo de pandemia y esto incluye a las y los trabajadores humanitarios, quienes nos hemos visto en la necesidad de modificar nuestro día a día y adaptarlo a una nueva realidad”, explica Luis Fernando Ramírez.

Los equipos de Acción contra el Hambre tuvieron que cambiar en pocos días los modos de distribución de alimentos para garantizar la distancia, proteger al personal sanitario en centros de salud poco aprovisionados con equipos de protección, organizar un seguimiento telefónico o remoto de las personas que estaban siendo atendidas y convertir en virtuales todos los espacios de coordinación.