La Cívica: “Pegotones y aspecto industrial” en los monumentos de Badajoz
28 de Marzo de 2019
La Asociación Cívica 'Ciudad de Badajoz' ha alertado del impacto negativo de muchas de las obras de restauración que se están llevando a cabo en los monumentos de la ciudad.
“Pese a que todas las intervenciones han pasado los filtros legales para poder actuar sobre el patrimonio histórico y artístico, muy pocas de ellas se han proyectado con verdadera intención de revalorizar los monumentos desde el punto de vista de su interpretación y del incentivo del turismo como valor añadido”, alega la asociación.
Ponen como ejemplo a la Alcazaba asegurando que la ejecución de las obras para dotar de caminos interiores y acerados a las vías del monumento ha sido “como mínimo, descuidada, pues a la hora de acerar el acceso de vehículos por la zona de ‘Puerta de Carros’, han dejado ‘embutidas’ las verjas que permitían el cierre de la portera”.
Añaden que en esa misma obra, en el extremo contrario, los ‘pegotones’ de hormigón fuera del camino llamarían la atención si no estuvieran ocultos por los matojos buena parte del año.
“La elección de materiales es siempre impactante, con aspecto moderno. Los caminos del tipo ‘cemento’ no evocan las antiguas vías que transitaban la Alcazaba, donde proponemos seguir siempre el estilo empleado en el acceso a la puerta de la Coracha, que recupera los tradicionales cantos rodados”, solicita la organización.
Informan también que “los arquitectos responsables desprecian el carácter monumental del entorno, eligiendo siempre materiales de tipo ‘industrial’ o de obras de carreteras, como resultan ser los gaviones (cestas de metal rellenas con piedras) para sostener taludes, en lugar de optar por ajardinamientos en terrazas abancaladas”.
Según la cívica, hasta los bancos colocados para descansar y contemplar el yacimiento arqueológico junto a la Biblioteca de Extremadura son inoperativos, pues al ser de acero corten “manchan la ropa de quien pretenda sentarse en ellos, incluso con el óxido estabilizado”.
“Los objetivos de restaurar el patrimonio histórico deben ser propiciar su disfrute y fomentar su conocimiento por parte de los ciudadanos ayudándoles a interpretarlos, así como incrementar el valor añadido del turismo”, declara la asociación añadiendo que la Alcazaba no es el único monumento afectado, la muralla abaluartada “también está siendo mal restaurada, el último ejemplo es el Baluarte de la Trinidad”.
Desde la asociación se preguntan qué turista se haría una foto con el muro de hormigón “tipo ‘presa de pantano’ que se ha levantado en dicho baluarte”.
En muchas ocasiones se alega la disculpa de no falsear el monumento para “realizar tropelías” con el mismo, pero la Ley de Patrimonio permite la reconstrucción de aquellos elementos de los que se tenga constancia gráfica o histórica de cómo eran originariamente.
“Parece ser que Badajoz es la única ciudad en el mundo que no recupera el aspecto originario de sus monumentos, pues recordemos que ciudades tan admiradas por su patrimonio como Varsovia o Budapest, han reconstruido de la nada sus antiguos palacios o catedrales e incluso muchos de los monumentos declarados patrimonio de la Humanidad de Alemania son reconstrucciones del siglo XX que siguieron fielmente el original”, alega la cívica.
Continúan expresando que en Extremadura se admira la ciudad monumental de Cáceres, donde el conjunto de edificios restaurados siguiendo criterios historicistas hace las delicias de sus visitantes como máximo símbolo turístico de la región.
Concluyen con el ejemplo del teatro romano de Mérida, que fue reconstruido en el siglo XX incorporando columnas de nueva factura, “conforme a lo que se supone que había sido en tiempos pasados. Si hubieran levantado una escena de hormigón armado y unas caveas de acero corten, su valor histórico seguiría intacto, pero su valor monumental y turístico sería nulo”.
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