Las pensiones, la gran brecha entre autónomos y asalariados
27 de Junio de 2019
En diciembre del 2015 la pensión media de los cotizantes al RETA era de 623,95 euros y la del régimen general era de 989. Según datos oficiales, a fecha 1 de mayo de 2019 la pensión media del RETA es de 684 euros y la del R.G es de 1.090, y en cuenta a las pensiones de jubilación, nos encontramos que la pensión media de jubilación de un autónomo es de 760 euros, mientras que la de un asalariado está establecida en 1.283.
Sin duda esta es una de las grandes preocupaciones que padecen más de tres millones de trabajadores por cuenta propia y de manera definitiva hay que poner remedio.
La situación se agrava aún más, dependiendo del territorio o del sexo. Las mujeres autónomas perciben una pensión media de 580 euros, mientras que las trabajadoras del RG perciben de media 870 euros, si nos referimos a la pensión de jubilación en el RETA, serían 630 euros, frente a los 1.007 euros del RG.
La desigualdad dentro del colectivo también se produce por razones de género, puesto que una autónoma percibe de media 219 euros menos que su compañero de régimen.
Por comunidades autónomas, son los gallegos los que perciben una pensión media más baja, con apenas 594 euros, seguidos de extremeños, cántabros y las islas, que apenas superan los 650.
Por el contrario, los autónomos vascos con 809 euros, los navarros con 775 y los madrileños con 747, de media son los que más pensión cobran.
Para Eduardo Abad, presidente de UPTA, “estos son los verdaderos problemas por los que todos nos debemos preocupar, es una cuestión de estado que se incrementen las pensiones de nuestro colectivo, son sencillamente indignas, después de trabajar toda una vida no podemos llegar a percibir una jubilación con la que sólo puedas malvivir”.
Es cuestión de todos los actores implicados, los autónomos y las administraciones tenemos que hacer un esfuerzo para poder contrarrestar esta dramática situación, tenemos que impulsar el incremento de las bases de cotización, incentivar la subida con medidas que no lastren la mermada economía de nuestro colectivo pero que supongan un aumento paulatino de las mismas.
Desde UPTA han demandado en varias ocasiones al actual ejecutivo, así como al anterior, la puesta en marcha de incentivos fiscales que puedan aumentar las bases de cotización, que se puedan regularizar las mismas en el último mes del año y con ello destinar las ganancias obtenidas en el ejercicio a mejorar las prestaciones futuras.
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