"Otro regalo a las nucleares": ecologistas cargan contra la prórroga de Almaraz
22 de Octubre de 2025
El Movimiento Ibérico Antinuclear (MIA) ha mostrado su rechazo a la petición de las empresas propietarias de las Centrales Nucleares Almaraz-Trillo (CNAT) para ampliar la vida útil de los dos reactores de Almaraz más allá de lo acordado en 2019. Las eléctricas plantean ahora que Almaraz I opere tres años más y Almaraz II, dos, una propuesta que el colectivo considera "un nuevo regalo a las nucleares" y "un intento de evitar el pago de tasas destinadas a la gestión de los residuos radiactivos".
Cristina Rois, portavoz del MIA, ha criticado que "el insolidario oligopolio nuclear presiona de nuevo para evitar pagar por las consecuencias de su radiactivo negocio nuclear", y ha señalado la "complicidad de políticos como María Guardiola o Isabel Díaz Ayuso" en el respaldo a la continuidad de la central. Rois ha advertido además de que el mantenimiento de la energía nuclear "penaliza cualquier transición energética viable con la emergencia ecológica".
Desde Ecologistas en Acción, su responsable de Clima y Energía, Javier Andaluz, ha recordado que "la normativa es clara" y que cualquier renovación debe cumplir previamente todas las medidas de seguridad exigidas. "Hasta donde sabemos, la central no ha comunicado el cumplimiento de todas las medidas obligatorias o voluntarias exigidas en el condicionamiento del cierre anterior", ha añadido.
El MIA ha insistido en que la energía nuclear "es incapaz de competir" con las fuentes renovables, cuyos bajos costes de operación están reduciendo los ingresos del sector nuclear. Según el colectivo, las centrales precisan ahora "condiciones ventajosas" para mantener su rentabilidad.
Por su parte, Carmen Ibarlucea, portavoz del Foro Extremeño Antinuclear, ha advertido de que prolongar la actividad de Almaraz "significaría prolongar la dependencia del gigante industrial nuclear que en 44 años solo ha creado empleos ligados a sus necesidades directas”, mientras que las renovables "adecuadamente planificadas y responsables sí podrían generar una mayor empleabilidad".
En la misma línea, la activista Paca Blanco ha alertado de que una nueva prórroga solo dejaría más residuos radiactivos que "permanecerán ahí mucho tiempo, cuando ya no existan las empresas nucleares, hasta que otras generaciones se ocupen de darles un destino más seguro".
Por todo ello, el MIA exige que no se subvencione más la energía nuclear y que las empresas propietarias asuman íntegramente los costes de la gestión de sus residuos."No se puede afirmar que sean asfixiadas por los impuestos, sino que se estableció una tasa para gestionar sus peligrosos desechos radiactivos y el riesgo de continuar con una tecnología del siglo pasado, y muy cara, es inasumible", denuncian desde el colectivo.
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