Urbanización de la isla de Valdecañas: "Quieren cambiar las reglas del juego"
24 de Octubre de 2025
La Junta de Extremadura continúa defendiendo la urbanización de la isla del embalse de Valdecañas, algo que es denunciado por distintos colectivos, como el Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (FONDENEX), que califican la actuación como ilegal.
En esta línea, señalan que el "último episodio" ha sido modificar los límites de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) "para dejar fuera a las aves". Se trata de una maniobra, manifiestan, "que refleja la ignorancia de las leyes o el pertinaz deseo de incumplirlas".
FONDENEX tiene claro que cuando la Junta autorizó el proyecto "sabía que no podía hacerlo, porque la isla estaba dentro de los límites de la ZEPA. Sin embargo, ahora, años después, quiere sacar la urbanización de la misma", es decir, alterar los límites de la zona protegida para hacer que el terreno sobre el que se haría la urbanización no esté dentro de esta.
El impacto ambiental podría ser trágico teniendo en cuenta la biodiversidad con la que cuenta este embalse, que recoge la mayor concentración invernal de España de cormorán grande, con unos 4.000 individuos.
Este espacio alberga también somormujos lavancos, garcetas comunes, garzas reales, cigüeñas negras, pagazas piconegras, charrancitos, y un largo etcétera de aves. Estas son especies ligadas al embalse, pero en sus márgenes se reproducen y se alimentan aves tan escasas y valiosas como águilas imperiales, buitres negros, sisones, gangas y carracas.
FONDENEX recuerda que la legislación de Extremadura, de España y de la UE "no solo protege los lugares de cría de estas aves, sino también sus áreas de campeo y alimentación. Las aves no pueden vivir si no comen…, como cualquier ser vivo", manifiesta.
Por otro lado, apuntan que el problema de Valdecañas no es tanto la isla y su urbanización como tal, "sino la invasión del embalse por visitantes, por sus márgenes y, sobre todo, la navegación". En este sentido, indican que "si la navegación y el tránsito y tráfico por sus orillas no se permitieran, la urbanización tendría un impacto mínimo, y con medidas correctas de impacto lumínico y depuración de aguas, podría coexistir". Sin embargo, subrayan que existen sentencias judiciales firmes y "en un Estado de Derecho, las leyes se tienen que cumplir o esto sería Nicaragua, Corea del Norte o Venezuela"
"Si los tribunales hubieran sentenciado a favor de la urbanización, tendríamos que haber acatado la sentencia, pero no ha sido así, sino todo lo contrario", concluyen desde FONDENEX. "Por lo tanto, que se cumpla lo sentenciado".
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