La UCO aborda en Extremadura los casos de Manuela Chavero y Francisca Cadenas

Lo anunciaba 7Días el pasado 31 de diciembre de 2019, tras las fiestas navideñas se llevaría a cabo una reunión de trabajo en la ciudad pacense con el objetivo de analizar los resultados obtenidos hasta el momento sobre la desaparición de Manuela Chavero y Francisca Cadenas.

Y así ha sido. El coronel jefe de la Unidad Central Operativa (UCO), de la Guardia Civil, Francisco Javier Sánchez Gil, y su equipo visitó esta semana la Comandancia de la Guardia Civil de Badajoz donde participó en unas jornadas de trabajo en la que participó el general de este Cuerpo en la región, José Luis Gómez Salinero y el grupo de trabajo que lleva a cabo esta tarea en la Comandancia de Badajoz.

En estas jornadas se pusieron en común las distintas líneas de investigación que se están llevando a cabo para el esclarecimiento de los casos de las desapariciones de Manuela Chavero y Francisca Cadenas.

MANUELA

Manuela desapareció la noche del 4 al 5 de julio del año 2016, desde ese día han pasado 3 años, 5 meses y 26 días, lo que es lo mismo 1.274 amaneceres.

“La Guardia Civil no va a parar hasta el final. La investigación continúa, día a día. Hay líneas de investigación abiertas y se sigue trabajando en ellas”, declaraba a 7Días José Moreno, cuñado de Manuela Chavero y esposo de Emilia Chavero, hermana de la desaparecida, hace ya un año. Y parece que así va a ser, la Guardia Civil se reunirá para analizar cada una de las pistas obtenidas.

El día de su desaparición, Manuela, separada y madre de dos hijos, estaba sola en su casa, una vivienda unifamiliar.

Desapareció de su casa dejando su teléfono móvil, el televisor en marcha, las luces encendidas y la puerta abierta.

Seguramente salió de su domicilio pensado en regresar inmediatamente a la vivienda y, desde ese momento no saben dónde está.

FRANCISCA

Francisca Cadenas, vecina de Hornachos, desapareció en esta localidad la noche del 9 de mayo del año 2017, cuando había salido de su domicilio para entregarles a sus padres a una niña que había quedado a su cuidado.

Tuvo que recorrer unos 50 metros, parte de ellos a través de un pasaje, dentro del casco urbano de Hornachos, y desapareció.

Desapareció vistiendo unas mallas oscuras, una camiseta de manga corta de color rosa y zapatillas deportivas. Su cabello es rubio, sus ojos azules, delgada y 1.70 metros de altura.

Nada se sabe desde entonces sobre su paradero, lo mismo que ocurre con Manuela Chavero, desparecida tan solo unos meses antes en Monesterio.