¿Qué está ocurriendo en la Estratosfera que podría traer un tiempo más frío a España?

Un calentamiento en la Estratosfera polar podría hacer que el aire frío ártico desaloje hacia latitudes más bajas, pudiendo traer más frío de lo registrado hasta ahora en España. ¿Qué opciones hay realmente para la Península Ibérica?

En mitad de este invierno tan suave y en el que apenas hemos visto episodios de frío en España a nivel general, tenemos posiblemente una de las últimas oportunidades/esperanzas en un fenómeno que actualmente está teniendo lugar un poco más arriba de lo que habitualmente solemos mirar a la hora de predecir el tiempo; nos referimos a la Estratosfera.

Y es que, como cada invierno, profesionales y aficionados a la meteorología estamos muy pendientes de lo que ocurre en la Estratosfera polar, pues está demostrado que algunos de estos fenómenos pueden llegar a influir en los patrones circulatorios de la Troposfera (la capa de la atmósfera en la que se producen los fenómenos meteorológicos, y en la que vivimos).

Allí, en la Estratosfera, a una altura aproximada de unos ¡25 kilómetros! sobre nuestras cabezas está en proceso estos días lo que en meteorología conocemos con el nombre de un Calentamiento Súbito Estratosférico, es decir: un importante calentamiento de la Estratosfera en las latitudes polares que provoca un desplazamiento de la inmensa masa de aire frío que normalmente se ubica sobre los Polos Norte y Sur durante el invierno de cada hemisferio.

A esta enorme masa de aire frío que encontramos en ambos polos se le denomina Vórtice Polar.

-¿Qué es un Calentamiento Súbito Estratosférico y qué puede suponer?

Centrándonos exclusivamente en el Hemisferio Norte, durante el invierno se forma una gran masa de aire muy frío de unos -80ºC ó -90ºC, persistente y que normalmente se ubica sobre el Ártico. Es como una gran borrasca que gira constantemente sobre el polo, como si se tratara de una peonza. Allí, dentro de aquella circulación de vientos cerrada alrededor del hemisferio queda albergado gran parte de las reservas de aire frío de todo el hemisferio.

Pero en determinadas ocasiones, algunas zonas del hemisferio a esa misma altitud se calientan excesivamente (lo que viene a ser el Calentamiento Súbito Estratosférico) provocando que esa ‘peonza’ con la que nos referíamos anteriormente al Vórtice Polar (la gran masa de aire frío), acabe por desequilibrarse y desplazarse de su zona habitual.

A veces, el Vórtice Polar puede llegar a dividirse en dos partes si el calentamiento es muy fuerte, y vórtices menores con mucho aire frío en su seno pueden llegar a descender bastante de latitud y casi aislarse de la región ártica en eventos muy extremos.

Normalmente lo suele hacer hacia Norteamérica y Asia, con importantes ‘Olas de Frío’ árticas en Canadá y la costa este de Estados Unidos que rozan lo histórico (como ocurrirá los próximos días).

Dependiendo de la intensidad de ese calentamiento en la Estratosfera, así como de los efectos que pueda provocar en el Vórtice Polar, el reflejo de este fenómeno en la Troposfera será más o menos significativo, aunque conviene aclarar que no siempre un Calentamiento Súbito Estratosférico deja consecuencias en el estado general del tiempo a nivel del suelo.

-Y si las tiene ¿qué consecuencias puede llegar a provocar?

Este notable calentamiento de la Estratosfera polar tiene como consecuencia principal el desalojo masivo de aire frío a latitudes medias a través de los grandes continentes del hemisferio (sobre todo en Norteamérica y en Asia) debido a que se rompe esa circulación cerrada de los vientos en torno a las latitudes altas del hemisferio, y todo el aire frío se libera a latitudes más bajas.

En la figura superior podemos comprobar el estado actual y la previsión del vórtice polar, pero a nivel de la Troposfera, que sí muestra ya un comportamiento muy interesante con dos máximos de frío importantes centrados en Canadá-Groenlandia y en Asia Oriental.

Es destacable el gran episodio de frío que va a sufrir el interior-este de Estados Unidos en unos días, con el descolgamiento de una importante masa de aire ártica que acaba llegando días después a Europa, aunque de forma más suavizada.

Sin embargo, dependiendo de la zona, las consecuencias pueden ser muy distintas, traduciéndose en un tiempo más templado y especialmente lluvioso en regiones opuestas a estas irrupciones de aire frío, como sucedió durante el lluvioso invierno del 2009-2010 en España, también ayudado por un Calentamiento Súbito Estratosférico que tuvo lugar ese invierno (aunque más temprano).

Y es que, tras un evento de calentamiento en la Estratosfera suele haber tendencia a la formación de potentes anticiclones cálidos en latitudes altas o a la formación de bloqueos anticiclónicos en zonas clave, como Groenlandia, Reino Unido o Escandinavia, que hacen que las borrascas tengan que circular por latitudes más bajas, de modo que acercan un tiempo suave y muy lluvioso a regiones del sur de Europa, como por ejemplo a la Península Ibérica.

-Entonces… ¿frío y nevadas o tiempo suave y lluvioso?

Como habrán deducido, para España existen dos consecuencias principales, las dos muy distintas: o tendencia más fría por desalojos polares en Europa, o más suave y lluviosa por la llegada sucesiva de borrascas y frentes desde el Atlántico.

Por todos es sabido que para que tengamos un gran episodio de frío en España se necesitan condiciones bastante particulares y que no se dan todos los años, básicamente porque el frío tendría que llegar a través de Europa por esa conocida ‘Ola de frío Siberiana’, pero estas configuraciones atmosféricas van totalmente en contra de la circulación general del oeste, por lo que suelen ser menos probables y, por lo general, poco duraderas (salvo excepciones), y aún menos con lo fuerte que está el Chorro Polar este año en el Atlántico.

No obstante, eso no significa que no puedan tener lugar episodios de frío en las inmediatas semanas, de hecho ya tenemos uno en marcha a partir de este próximo fin de semana que provocará un descenso importante y generalizado de las temperaturas en gran parte del país, y nevadas en cotas relativamente bajas del centro, norte y este peninsular, pero a día de hoy no se contempla ninguna situación de frío especialmente intenso como las que nos dejaría por ejemplo una ‘Siberiana’.

Quizás es más probable que se mantenga la llegada de profundas borrascas al oeste de Europa con precipitaciones también aquí en la Península Ibérica (sobre todo cuanto más al oeste), porque uno de los grandes problemas de que se produzcan estas irrupciones de aire frío hacia latitudes bajas es que casi siempre lo hará por Norteamérica, de modo que, cuando todo ese aire frío vierte al Atlántico, violentas borrascas se generan e impactan con fuerza contra el continente Europeo.

Bajo esas circunstancias, lo lógico es pensar que cabría esperar un tiempo generalmente suave y lluvioso, pero también es cierto que habría periodos de frío y nevadas por los restos de los desalojos árticos de Norteamérica. Por tanto, sería un tiempo muy variable, primero con temperaturas suaves y lluvias, y tras el paso de los frentes, descenso muy acusado de las temperaturas y algunas nevadas.

-Es complicado saber exactamente qué tendencia predominará en la Península Ibérica, pero lo que sí podemos afirmar es que hay muchísimas más posibilidades de sufrir episodios de frío en las próximas semanas, tras estar gran parte del invierno con temperaturas muy suaves para la época en gran parte del país. Habrá mucha tendencia al descolgamiento de masas de aire frío a latitudes más bajas.

Estaremos muy atentos a lo que vaya aconteciendo durante lo que queda de invierno.