26 Abril 2024
2 . 054 . 114 lectores

Los hijos únicos tienen prácticas de alimentación menos saludables y más posibilidad de sufrir obesidad

24 de Noviembre de 2019

Los hijos únicos tienen prácticas de alimentación menos saludables y más posibilidad de sufrir obesidad

Según un estudio publicado en el ‘Journal of Nutrition Education and Behavior’, los hijos únicos tienen más posibilidades de padecer obesidad que los que tienen hermanos, debido a que las familias con varios hijos suelen tomar decisiones de alimentación más saludables.

Dicho trabajo ha comprobado que las familias con un solo hijo tienden más a las prácticas de alimentación menos saludables, con un puntaje total del Indice de Alimentación Saludable 2010 menor en tres de las 12 áreas medidas.

Estas puntuaciones totales también fueron más bajas durante los fines de semana, lo que muestra que hay diferencias tanto individuales como colectivas en los patrones de alimentación entre los diferentes grupos estudiados.

Los datos obtenidos procedían de los registros diarios de la alimentación que las madres tenían durante tres días: dos de ellos laborables y un día de fin de semana. Asimismo, los maestros también mantenían registros de los alimentos que los niños ingerían mientras estaban en la escuela.

Las madres también rellenaron el cuestionario de Nutrición Familiar y Actividad Física para evaluar los comportamientos de alimentación familiar como son la elección de los alimentos y  las bebidas, demostrando así que las madres de los hijos únicos también tenían más posibilidades de padecer obesidad.

"Los comportamientos y patrones de alimentación más saludables pueden ser el resultado de cambios a nivel del hogar en lugar de la exposición de los pares, ya que la exposición de los pares también está presente en la atención fuera del hogar", explica la doctora Kracht la autora principal Chelsea L. Kracht, del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Oklahoma.

La doctora además señala: “deben alentarse los esfuerzos para ayudar a todos los niños y familias a establecer hábitos y prácticas alimentarias saludables”.

Los investigadores continúan su estudio, analizando específicamente la dinámica del hogar y la familia y cómo influyen en el comportamiento alimenticio, la actividad física, el sueño y otros factores que contribuyen a la obesidad de los niños.