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OPINIÓN: Capítulos para una vida mejor... de algunos (I)

19 de Enero de 2020

OPINIÓN: Capítulos para una vida mejor... de algunos (I)

Como les prometí en mi anterior escrito, “¿nos creemos los parabienes del discurso?”, aquí me tienen con la crítica de los capítulos del discurso de investidura. Dividido en dos partes para no cansarles demasiado de una vez, aun tratando de resumir lo más posible.

Pero antes, para que se vayan “mentalizando” sobre quiénes son los que nos van a regir -espero que no sea por mucho tiempo- desde ese lujoso complejo llamado Moncloa, les voy a reseñar dos comentarios aparecidos en uno de los periódicos digitales que publican mis escritos. Son fuertes, pero no se alarmen, porque la verdad a veces resulta un poco atrabiliaria y causa cierto espanto, pero así es la vida. Mas, si nos dejamos encuadrar acabaremos en una cuadra, sí no lo estamos ya…, los extremeños, al menos. Hay que expresar pues lo que se piensa sin remilgos de ningún tipo. Dice el primer comentario: “1978-2019… roban, estafan, manipulan, mienten, traicionan al obrero, sirven al oligarca, son repugnantes”. Y lo cuadra el segundo: “ Si ganas de 60.000 € para arriba, eres un enchufado de postín o un subvencionado, no das palo al agua, eres del gobierno del gordo alopécico oliventino, de su alta burocracia o situaciones asimilables, se entiende que pienses en votar al padrino…, si eres un precario, un trabajador con contrato basura, un temporero, un pensionista (230.000), un pobre (400.000), un parado (100.000), un universitario pendiente de emigrar, un comerciante en la ruina, un autónomo de los 80.000 existentes, un abogado del turno de oficio (hay 1.000), o sea un paria y votas al PSOE, vete al psiquiatra y estudia para crear neuronas porque tienes pocas”. En fin, “cada uno es como Dios lo ha hecho, y aun peor muchas veces”, que dijo Cervantes.

Vamos con los sofismas, o, si les gusta más, paralogismos. Perdón, quiero decir, con los capítulos.

Diez capítulos -como las Tablas de la Ley de Moisés- que se resumen en dos: “amar al PSOE sobre todas las cosas” y “perdonar de facto todas sus fechorías”.

Capítulo primero: “Crecimiento económico, creación de empleo digno y la sostenibilidad del sistema de pensiones”. Cómo se lleva a cabo en este país el crecimiento económico, está más que claro: 24.000 millonarios más cada año a base de trabajo precario, sueldos ridículos (casi doce millones de trabajadores pobres) y por tierra la dignidad (a la mínima, ERE y andando, a casita). La anterior ministra de trabajo -extremeña, por cierto- nos engañó y no derogó como había prometido la reforma laboral del 2012. ¿Lo harán estos? A mí me da que nos volverán a engañar, sencillamente, porque no se lo permitirá la Sra. Botín y Cía. Por otra parte, Pablo Iglesias ha sido domesticado: El SMI está condenado… ¿quién lo descondenará? El Sistema de pensiones es más que sostenible, sólo hay que no atrancarse en los tres mil euros para las cotizaciones y listo, sobrará dinero; pero ¿quién va a tener las agallas suficientes para ponerle el cascabel al gato? ¿Pedro Sánchez? No se rían, por favor, estas cosas son muy serias…

Capítulo segundo: “La digitalización de nuestra economía”. La justicia fiscal. O sea, manteniendo una fiscalidad retrospectiva a base de bonificaciones y deducciones de los más pudientes que son quienes las pueden pagar (los ingresos del trabajo, unos 44.000 millones de € el doble que los ingresos del capital, uno 24.000 millones, caso único de la UE), pero no se preocupen que esto va a cambiar: Se va a llevar a cabo una fiscalidad progresiva (¡risas!, no, por favor) combatiendo el fraude fiscal, que, dicho sea de paso, en las grandes empresas -y algunas medianas- alcanza los ¡90.000 millones de euros! anuales. Ya me contarán si el próximo año no podemos reflejar lo mismo y si se ha publicado esa lista de morosos de Hacienda y de los que utilizan los conocidos “paraísos fiscales”. La Banca usurera, y el resto de cotizadas, etc., etc., no tienen remedio, seguirán igual. Además, la Banca dispone de un “rescate bancario permanente” con la famosa Deuda Pública, y eso no va tener “huevos” ni “ovarios” de cambiarlo nadie…, nadie del mundo del capitalismo, por supuesto. Y por si falla algo, ahí están las amnistías fiscales, que un gobierno de derechas como este las va seguir utilizando si hace falta -no lo duden- aunque digan lo que digan. Lo de controlar las SICAVs, me huele a chamusquina, casi seguro que hasta los ministros las tienen (de media, entre un 12% y un 15% de interés, y los beneficios sólo pagan el 1% de impuestos; ¡jauja!, si te toca la primitiva ya sabes donde tienes que invertir). Del equilibrio presupuestario se encargan en Europa alemanes y franceses, “sans commentaire”. ¿Por qué se creen que se han ido de la UE los ingleses?

Capítulo tercero: “La transición ecológica justa”. Se refiere al impulso a la Industria, las PYMES, los Autónomos y el Sector Primario para reforzar nuestro tejido productivo en el marco de la Revolución Tecnológica. Pues muy bien. ¿Impulsar industrias como esa de Cristian Lay (que pudiera ser -o tener parte- del PSOE de Extremadura o de algunos de sus antiguos gerifaltes) que acaba de explotar en Tarragona después de cuatro denuncias graves? ¿Apoyar las PYMES que no son tal y han aprendido a comportarse como las Grandes y facturan cientos de millones de euros, explotando obreros y declarando al Erario menudencias? ¿Medidas para los Autónomos verdaderos o los falsos autónomos? Porque si unos se merecen todo el apoyo y una rebajita en su cotización (la más alta del mundo), otros son simples trabajadores exprimidos aprovechando la falta de inspecciones. Sobre el mundo rural (vaciado) y el Sector Primario en su conjunto sólo hay que hacer que los latifundistas de siempre, y algunos que han llegado impulsados por el clientelismo extremeño y andaluz, no sean quienes se llevan la pasta gansa de la PAC. Es una vergüenza que con el dinero que ponemos entre todos en esa querida UE se estén forrando cuatro privilegiados que disponen de miles de cabezas de ganado y de vastos territorios de pastos mientras quienes trabajan para ellos lo hacen en condiciones muy, pero que muy, precaria. “El campo para quien lo trabaja”. Y, por favor, no nos hablen de la inversión en I+D+i. ¿Quiénes las van a llevar a cabo si los que podían hacerlo se han tenido que ir a otros países? ¿Los hortelanos que quedan? Gracioso, ¿no? Del comercio minorista mejor no decir nada: Entre Carrefour, Mercadona y unos cuantos más, con el beneplácito y las ayudas millonarias de la Administración, está desaparecido. Quedan los chinos, que son imbatibles en horarios y en…, ¡silencio, que son ya la 2ª economía mundial!

Capítulo cuarto: “La lucha contra la emergencia climática”. Palabras del presidente: “Nuestro modelo de desarrollo está obsoleto, ha colapsado. Está arruinando el planeta”. Sus objetivos para el 2040 y 5050, es decir, pasado mañana…, por la mañana. Esto tiene arreglo, dijo en una ocasión Alfonso Guerra señalando un reloj que había recibido un martillazo. Pues eso: La luz, el gas, el agua, los combustibles (¿un coche eléctrico al precio que tiene la luz?) y los demás servicios, de momento a “su justo precio”, es decir, los más caros de la UE y de la mayoría de la OCDE. Aunque eso sí, el bono eléctrico se va reformar: ¿un chollo para la abogacía? Ya que, no hay dios que sea capaz de completar el papeleo de una petición. Por cierto, ¿le vamos a seguir pagando esos ¡3.000 millones de euros anuales! a las eléctricas por no sé qué historia para no dormir? ¡Qué país de mercachifles! ¿La Ley del Bienestar Animal, que dijo el presidente al final de este capítulo, es para referirse a sus congéneres o a los otros animales irracionales? ¡Santo cielo!, la que se nos viene encima.

Capítulo quinto: “El reto demográfico”. Aquí no pare nadie. Pronto no habrá niños, lo cual no impide que, por ejemplo, en mi pueblo (246 habitantes, si mal no recuerdo) se haya construido hace unos años una escuela para unos 250 alumnos, aproximadamente, habiendo solo seis u ocho y se han quedado tan panchos. Cómo no empiecen a parir de nuevo las abuelas, lo tenemos crudo. Los jóvenes se han ido y la mayoría no volverá porque, por lo menos en Extremadura y Andalucía y Castilla La Mancha no hay nada que hacer, y lo poco que hay está mal pagado. Pero como dice la viñeta del Roto: “No tengo futuro. Tranquilo, tendrás futuro en el futuro”, que muy bien podrían haber sido palabras del presidente Sánchez. Y lo de mejorar las infraestructuras que nos lo cuenten a los extremeños con el tren, el avión o las autovías del ministro que un famoso escritor llamó “el ministro vago”. La indignidad elevada a la novena potencia…, o a la ciento veintisiete.

Seguimos mañana. To be continue. Cómo dominamos el inglés los extremeños…, pronto aparecerá “Feast of crumbs” en los carteles cuando organicen los socialistas -con migas- una de sus muchas “calderetas”. Al tiempo, lo de las horteradas se les da como a nadie, y las fiestas no les quiero contar.

FIRMADO: Ángel Morillo Triviño