OPINIÓN: ¿Entramos en el lío?

Después de la investidura, tras una victoria pírrica y con votos extraños al interés de todos los españoles, poco a poco tendrán que aclararse las cosas oscuras de estas opacas negociaciones. Los socios separatistas se lo van a poner muy duro y los que defienden la unidad de España no van a tolerar sus propósitos.

Nos tememos que esta legislatura va a ser corta, problemática y caótica. Nos gustaría que pudiera ser positiva dentro de lo que cabe esperar en un pacto con los que se declaran enemigos de España, de sus instituciones e, incluso, que su gobernabilidad les interesa un “comino”.

Tendrían que hacer “milagros” para hacer compatibles la unidad y solidaridad de España con el intento de ruptura que mantienen los prepotentes separatistas, que no cesan con sus amenazas y provocaciones. Si con la mejor voluntad de todos no se ve la solución, ¿qué podemos esperar cuando se exige llevar a efecto algunas exigencias “inconstitucionales” en el plazo de quince días?

España está ante una crisis institucional que puede ser muy grave y difícil de arreglar pacíficamente y no desearíamos que nadie buscara una alternativa a un diálogo sincero y pacífico.

Sr. Sánchez, lo peor, nos tememos que está por venir. No canten victoria tan alegremente. Es difícil poder digerir tanta incoherencia, tanta contradicción en sus propias palabras y tanta chulería de algunos de sus socios mofándose de la mayoría de los españoles y de sus símbolos e instituciones que no aguantarán tanta humillación y tanto menosprecio.

¿Quién podrá arreglar este caos? Nos tememos que no hay solución a la vista y parece que falta, también, el deseo sincero de conseguirla. Los que se creen con derechos exclusivos no podrán arrancar a los españoles sus propios derechos.

Extremadura, por su parte, sigue marginada y silenciosa como si la hubieran drogado con la propaganda. Con Extremadura no se cuenta. El desequilibrio territorial se manifiesta, una vez más, con los 1.667 emigrados en el primer semestre de 2019. Así sigue vaciándose esta región con 41.600 km2 para algo más del millón de habitantes. ¿La están preparando para que sea un inmenso coto de caza?

Esperamos que los extremeños despierten de una vez porque son, quizás, los que tienen más derecho a rebelarse contra la marginación e indefensión.

¿De quién es la culpa? Pensémoslo todos, pero los poderosos, los que tienen la prepotencia, los que han gobernado… los primeros.

FIRMADO: EXTREMADURA UNIDA.