Solicitan el reconocimiento del grado de discapacidad de un "animal sintiente"

A la vista de la reciente Ley 7/2023 de 28 de marzo de protección de los derechos y biniestar de los animales, el Gobierno obliga a los propietarios de animales de compañía a un conjunto de obligaciones y condiciones que debemos asumir las personas titulares y responsables de un animal, para asegurar la protección y biniestar de los animales conforme a sus necesidades obligaciones etológicas y fisiológicas.

Este compareciente y su esposa son propietarios de un canino de la raza carlino también llamado Pug, el cual actualmente presenta una discapacidad orgánica del aparato locomotor (artrosis en patas traseras), lo que le impide caminar como el resto de animales, por lo que hemos optado a la compra de un carrito de aluminio para poder facilitarle una mejor calidad de vida.

Para evitar que dicha enfermedad vaya agravándose y aconsejado por su veterinario, cada 15 días aproximadamente hay que hay que llevarla a la rehabilitación para mejorar la recuperación y reducirle el dolor a base de radiofrecuencia de la indiba y rayo láser, para acelerar la recuperación natural del cuerpo y devolverle la vitalidad en la medida de lo posible.

En la referida Ley, en su artículo 2° Letra H, este Gobierno nos establece un marco de obligaciones tanto para las administraciones públicas como para la ciudadanía en materia de protección de los derechos y cuidados de los animales.

Como ciudadanos asumimos nuestra responsabilidad y somos conscientes del desarrollo y contenido de la presente Ley, pero también se le debería exigir a la Administración que se pronuncie en sacar un programa con el objetivo de facilitar a propietarios con escasos recursos económicos, propietarios de animales con problemas de discapacidades que requieran tratamientos especiales, pasasen un reconocimiento de declaración y calificación del grado de discapacidad por un Equipo de valoración, y a la vista de las pruebas se pudieran solicitar ayudas y subvenciones.

¿Con estas medidas qué se evitarían? En primer lugar el abandono de las mascotas en el resto de España, en lamentables condiciones de salud e higiene, y en segundo lugar evitaríamos transmisiones de enfermedades al resto de animales.