La hostelería impera en las calles

Nuestras calles, paseos, avenidas, plazas… están en la actualidad “señoreadas” por los “veladores”. Desde primera hora de la mañana se afanan los sufridos hosteleros en sacar sus mesas, sillas, taburetes… para atender en las terrazas a sus clientes, pero en muchos de los casos invadiendo aceras en las que comprometen el paso de los ciudadanos a pie para las que están establecidas. Hay incluso alguna parada de autobús que está limitada, cuasi inaccesible, a raíz de las mesas del bar.

Quiero recordar que esta pacífica invasión de espacio público, se inició a consecuencia de las restricciones en espacios cerrados con la Ley Anti-tabaco, y a causa de la COVID-19. Situación distinta a la actual, pero se ha seguido manteniendo la proliferación de terrazas exteriores a los establecimientos hosteleros; según mi observación, en cualquier lugar de la ciudad y/o barrios.

Si ha cambiado la situación, ¿por qué no cambia la disposición? ¿Quién o quiénes tienen intereses en que no cambie?

Desde luego el ciudadano/a de a pie, para el que se debería hacer una política de aprovechamiento y disfrute de su ciudad para pasearla sin ponerle obstáculos, no lo es. Por experiencia he tenido algún episodio comprometido debido a la situación descrita. No quiero imaginar las personas que transitan habitualmente con muletas, andadores, sillas de ruedas…

Sé de ciudades donde, sin renunciar a las terrazas, no se invaden las aceras, ni se limita el espacio para transitar por las mismas.

Ahí lo dejo, para quien le corresponda tomar las medidas precisas, en pro de la CIUDADANÍA.