El Ayuntamiento de Mérida, en el punto de mira por el derribo parcial del Convento de las Concepcionistas

La Fundación para la Defensa del Patrimonio de Extremadura (FONDENEX) ha acusado al Ayuntamiento de Mérida de "vender una historia irreal" y de "atentar contra el patrimonio cultural" de la ciudad en relación con el proyecto de construcción de una plaza en el solar donde se encontraba el antiguo convento de las Madres Concepcionistas, del siglo XVI.

En un comunicado, FONDENEX critica que el consistorio intente presentar como positivo un proyecto "que podría incurrir en actuaciones ilegales" y recuerda que ya en diciembre de 2023 presentó una denuncia ante los juzgados por el derribo parcial de la iglesia del convento y por "posibles irregularidades administrativas" en la autorización del proyecto. La denuncia fue admitida a trámite y está pendiente de sentencia.

Según la organización, la iglesia del convento, en perfecto estado cuando fue adquirida por el Ayuntamiento, estaba protegida por el Plan General de Ordenación Urbana y el Plan Especial de Protección de Mérida con un nivel de protección integral, lo que prohibía cualquier actuación salvo para conservación y rehabilitación.

"Sin embargo, el Ayuntamiento procedió al derribo de la parte posterior de la iglesia, el artístico coro, sin contar con autorización de la Dirección General de Patrimonio Cultural ni justificación técnica alguna", denuncia FONDENEX.

La fundación asegura también que el consistorio inicialmente se negó a realizar la excavación completa del solar, tal y como exige la normativa urbanística y de protección, y solo la acometió tras el requerimiento judicial y administrativo. "Lo hicieron de mala gana porque sabían que aparecerían restos históricos y que eso implicaría modificar el proyecto, como así ha ocurrido", afirma el comunicado.

Además, FONDENEX alerta de la desaparición de varias piezas históricas del convento, como un arco conopial de piedra, la portada de la calle Beatriz de Silva y una pilastra visigoda que servía de umbral de entrada, cuyo paradero se desconoce.

La entidad concluye calificando lo ocurrido como "un escándalo y un atentado contra el patrimonio histórico y cultural de Mérida" y exige explicaciones al Ayuntamiento.