Cáceres elige su flor del mes

El servicio municipal cacereño de Parques y jardines pone en marcha una nueva iniciativa para dar a conocer la flora de la ciudad. Se trata de que una especie sea la protagonista de cada mes.

En este mes de julio, para comenzar la serie se ha elegido a la alcaparra, también conocida como alcaparrera, alcaparro y tapanera. Su nombre científico es Capparis spinosa. Es una especie mediterránea y de zonas subtropicales de África, Madagascar y Asia.

En Cáceres es una especie fácil de encontrar, muy repartida por los parques, en terrenos sin cultivar y, sobre todo, en las grietas del suelo, de muros y paredes, incluso de cemento.

Sus flores son muy grandes y llamativas, con cuatro sépalos teñidos de púrpura y cuatro pétalos blancos o rosados, sus estambres son largos de color purpúreo-violáceo. El fruto es una baya ovoide rellena de una espesa pulpa rosada o rojiza con numerosas semillas, que son diseminadas casi exclusivamente por las hormigas. En la península ibérica se extiende por las provincias marítimas, desde Gerona hasta el Algarve, penetrando más al interior en la mitad meridional, siendo abundante en las zonas más áridas de Levante y Andalucía, así como en Extremadura, y es frecuente en las Islas Baleares.

Se cultiva por sus botones florales comestibles (alcaparras o tápenas), y por sus frutos (los alcaparrones) y sus tallos tiernos.

Se comen encurtidos en salmuera o vinagre, en ensaladas o como condimento, siendo un ingrediente muy corriente de la cocina mediterránea; su uso se ha extendido a regiones tan lejanas como Suramérica y Australia. En medicina popular se usa para curar heridas, combatir el dolor de muelas y provocar la orina. Pero al ser una planta muy decorativa se cultiva también como ornamental.