Denuncian el abandono de un antiguo monumento en Mérida: "Solo se protegen los restos romanos"
7 de Octubre de 2025
El Fondo para la Defensa del Patrimonio Natural y Cultural de Extremadura (FONDENEX) ha denunciado el "grave estado de abandono" en el que se encuentran los restos de la antigua ermita de Santa Catalina, en Mérida. Por ello, reclama al Ministerio de Cultura y a la Dirección General de Patrimonio Cultural que actúen de forma urgente para garantizar su conservación.
Según manifiestan los conservacionistas "la pared del altar mayor del templo, construida en ladrillo y mampostería y con tres hornacinas, se encuentra en absoluta ruina, con restos de frescos visibles y completamente expuestos a la intemperie". Además, FONDENEX recuerda que el edificio es propiedad del Estado y que "la ley obliga al propietario de los bienes patrimoniales a velar por su mantenimiento".
La ermita de Santa Catalina fue originalmente una sinagoga levantada en el antiguo barrio judío de Mérida, fundado en el siglo II d. C, uno de los más importantes de Hispania, tal y como indican desde FONDENEX. Tras la expulsión de los sefardíes en 1492, el edificio se convirtió en templo cristiano. Pocos años después, fue ampliado con tres naves sobre arcos de cantería y se instaló en su altar mayor una imagen de Santa Catalina, de madera dorada y pintada.
"El templo comenzó a deteriorarse a finales del siglo XVII y fue derribado en 1975, después de que el Estado adquiriera el cercano Palacio de los Corbos, que incluía restos del templo de Diana", explican, y apuntan que "todavía en 2009 quedaba en pie un muro original de la antigua sinagoga, derribado, con el consentimiento de la Consejería de Cultura".
La organización critica también que "todo lo realizado en el entorno del templo de Diana es un disparate arquitectónico e histórico". Por un lado, señala que el frontón visible "se colocó en una orientación equivocada", así como que "la reconstrucción se hizo sin completar la excavación y se añadieron columnas inexistentes". Además, cuestiona la plaza de hormigón blanco construida junto al monumento, que, asegura, "más que rodearlo, lo ahoga".
En definitiva, FONDENEX lamenta que en Mérida "solo se protegen los restos romanos, visigodos y árabes y se olvida el patrimonio medieval". En este sentido, se preguntan que, si en lugar de sinagoga y ermita hubiera sido una mezquita "¿se habría derribado y abandonado? Creemos que no".
A modo de conclusión, FONDENEX insiste en que la conservación de la ermita de Santa Catalina "es una cuestión de responsabilidad patrimonial y de memoria histórica".
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