El extremeño Daniel Toro se incorpora a la élite arbitral del balonmano español
2 de Agosto de 2025
El joven colegiado, formado en Cataluña, pero con profundas raíces extremeñas, acaba de ascender a la Liga ASOBAL, máxima categoría del balonmano masculino en España
Daniel Toro Ponce está a punto de cumplir uno de los grandes hitos en su trayectoria deportiva: debutar como árbitro en la Liga ASOBAL, la máxima categoría del balonmano masculino español.
Aunque su formación arbitral y profesional se ha desarrollado en Cataluña, Daniel mantiene un fuerte vínculo con Ribera del Fresno (Badajoz), localidad natal de sus padres y donde pasó algunos de los veranos más felices de su infancia. “Los veranos en Ribera son uno de los recuerdos más bonitos que tengo. Nos juntábamos en la casa de mis abuelos maternos, en El Paseo, y aquello se convertía en el centro de reunión familiar”, rememora con emoción.
Desde joven, el arbitraje despertó en él una especial curiosidad. Su primer contacto formal con el silbato llegó a los 14 años, mientras jugaba en el Balonmano Granollers. “Coincidí con Oriol Grébol, hoy compañero y amigo. Su padre, Ramón Grébol, fue quien me convenció para apuntarme al curso de arbitraje”. Su primer partido oficial lo dirigió con un silbato de bola de plástico que apenas se oía, hasta que un entrenador le prestó uno mejor. Aquella anécdota marcaría el inicio de una carrera construida con esfuerzo, humildad y vocación.
Junto a su pareja arbitral, Daniel ha ascendido recientemente a la Liga ASOBAL tras una sólida etapa en División de Honor Plata y Liga Iberdrola. El salto a la élite supone un desafío mayúsculo: “Es un cambio exigente. Todo es más rápido, más físico, más técnico… Hay que prepararse a fondo y estudiar a los equipos, porque será una liga nueva para nosotros”.
Uno de los momentos más relevantes de su carrera hasta la fecha fue la dirección de la final por el ascenso a ASOBAL disputada en el Quijote Arena de Ciudad Real el pasado mayo, ante más de 4.500 espectadores. “Fue una experiencia increíble. No solo por el ambiente, sino por lo que estaba en juego. Fue el partido más importante que hemos arbitrado hasta ahora”, confiesa.
Daniel defiende un estilo arbitral basado en la cercanía y el respeto, donde la comunicación fluida con jugadores y entrenadores es clave para generar un buen clima sobre la pista. “Hay que aplicar el reglamento, sí, pero también gestionar personas y emociones. Y nunca olvidar que, antes que árbitros, somos personas”.
A nivel formativo, se mantiene en continua actualización a través de los programas de la Real Federación Española de Balonmano y el uso de herramientas como EricSports, que le permiten analizar jugadas y mejorar constantemente. Con experiencia internacional en torneos como el Campeonato Mediterráneo U17 en Túnez o la liga eslovaca, no esconde su ilusión por alcanzar en el futuro competiciones europeas o mundiales.
Aunque reconoce que su nombre aún no es conocido en su tierra, Daniel aspira a que su presencia en la élite inspire a otros jóvenes extremeños a dar el paso hacia el arbitraje o cualquier otra faceta deportiva. “Vengas de donde vengas, con pasión y constancia se puede llegar lejos. Ojalá algún día vea a más chicos y chicas de mi tierra siguiendo este camino, porque el arbitraje también es una forma preciosa de vivir el deporte”.
Abierto a colaborar en iniciativas de promoción del balonmano en Extremadura, ya sea en Ribera del Fresno, Villafranca o Fuente del Maestre, Daniel Toro es hoy un referente emergente en el arbitraje español. Y lo hace llevando siempre consigo, aunque a cientos de kilómetros, la memoria de aquel Paseo ribereño donde comenzaron sus primeros pasos… en otra pista.
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