El río Jerte, negro, tras el incendio en Los Infiernos
24 de Octubre de 2016
Por Paco Castañares
Era cuestión de tiempo, las primeras lluvias del otoño han confirmado los peores augurios. Las aguas del río Jerte y las aguas de Los Pilones amanecen estos días de un color negruzco como consecuencia del incendio que tuvo lugar este verano en la Sierra de Tormantos (Cáceres).
Toneladas de tierra, lodos y restos vegetales quemados “han creado un gravísimo problema ambiental en toda la red fluvial de la Reserva Natural y en el cauce principal del Valle del Jerte”, manifiesta Paco Castañares, vecino de la zona y experto en la materia “todo ello cuando apenas han caído entre 40 y 50 litros por metro cuadrado, lloviendo además mansamente”.
La falta de oxígeno hará imposible la vida para la trucha común y el desmán ibérico en prácticamente todas las Gargantas de la Reserva Natural.
En la imagen principal adjunta a la noticia puede verse el bellísimo color natural que tenían las aguas hace tan solo unos meses en Los Pilones y el Charcón de Las Majadillas y el que tenían esta misma tarde en ambos parajes tan emblemáticos.
Este verano, añade Castañares, “mantuvimos una fuerte polémica con los responsables de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Extremadura acerca de la gravedad de los efectos ambientales del incendio”.
Cabe recordar que el propio Fernández Vara afirmó que el incendio había provocado un "escaso o nulo daño medioambiental" mientras otros afirmaron “que los daños eran gravísimos y lo serían aún más cuando se produjeran las primeras lluvias importantes”.
Por si fuera poco las aguas contaminadas van camino de la presa de abastecimiento de la ciudad de Plasencia, donde finalmente se depositarán los restos del incendio arrastrados por la riada. “En su día advertimos que esto iba a ocurrir y, que sepamos, nadie adoptó las medidas necesarias para evitar el problema”, concluye Castañares.
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