El problema de la vivienda agrava la despoblación en el medio rural

Un estudio sobre la situación de la vivienda en el medio rural confirma que la escasa disponibilidad real de vivienda habitable es el principal obstáculo para atraer y fijar población en los pueblos. La investigación pone de manifiesto que una parte muy significativa del parque residencial está infrautilizada o directamente fuera de uso real.

El estudio se desarrolló entre los meses de febrero y octubre de este año en 58 localidades de menos de 1.000 habitantes de ocho comunidades autónomas. En total, se han analizado más de 11.500 viviendas, detectando un uso mayoritariamente esporádico o la existencia de un elevado volumen de viviendas vacías que no entran en el mercado.

Los resultados revelan que solo el 46,7% del parque residencial está habitado de forma permanente, porcentaje que desciende hasta el 37% en los núcleos de menos de 100 habitantes. El resto de las viviendas se reparte entre segundas residencias y usos esporádicos, que rondan el 32%, y vivienda vacía, habitable o no, que alcanza casi el 20%. Esta cifra es sensiblemente superior a la media nacional, situada en el 14,4%, lo que refuerza la necesidad de analizar en profundidad la situación de la vivienda en el mundo rural.

Esta realidad se ve agravada por factores como el envejecimiento de la población, la falta de relevo generacional y la dependencia de migraciones puntuales para sostener la demografía local. Esta combinación limita la capacidad de mantener servicios básicos y acelera el abandono del parque de viviendas.

El informe también identifica importantes diferencias territoriales. Las localidades cercanas a núcleos urbanos presentan un mejor estado general del parque residencial, mayor presencia de vivienda habitual y más movimiento residencial. Por el contrario, en los municipios más aislados aumenta la vivienda no habitable, la estacionalidad y los índices de dependencia. En las zonas de montaña se concentran segundas residencias y parques de viviendas más antiguos y deteriorados, y en algunas áreas de Huesca, Castellón, Cuenca o Badajoz la vivienda de uso ocasional supera a la habitual.

Otro de los aspectos destacados del estudio es que gran parte de la vivienda vacía habitable no se moviliza por razones humanas. Entre ellas se encuentran la multipropiedad, herencias sin resolver, el apego emocional a la vivienda familiar o las reticencias de las personas propietarias a alquilar. A ello se suma la falta de registros municipales actualizados y de mecanismos de intermediación, lo que dificulta identificar la oferta real y limita el acceso a la vivienda para quienes desean residir de forma estable en el medio rural.

Ante este diagnóstico, la investigación plantea como líneas prioritarias la activación de la vivienda vacía mediante incentivos fiscales, ayudas a la rehabilitación y acompañamiento técnico y jurídico a las personas propietarias. También propone la creación de registros locales de vivienda, la mediación institucional para facilitar el alquiler y la recuperación de edificios públicos infrautilizados para ampliar la oferta residencial. Además, subraya la importancia de acciones sociales orientadas a reducir inseguridades, apoyar a personas jóvenes y nuevas familias y visibilizar experiencias de éxito.

El informe concluye que abordar el reto de la vivienda es clave para garantizar la viabilidad de los pueblos y frenar la despoblación. Para ello, señala la necesidad de políticas públicas adaptadas a la realidad del medio rural, que combinen la rehabilitación del parque existente con el refuerzo de servicios básicos, la mejora de la conectividad y el apoyo a proyectos de arraigo poblacional. Solo desde un enfoque integral, apunta el estudio, será posible transformar un parque residencial infrautilizado en una oportunidad real para la revitalización rural.

En esta investigación han participado centros de desarrollo rural asociados a la Confederación de Centros de Desarrollo Rural (COCEDER) de Andalucía, Aragón, Comunidad Valenciana, Cantabria, Castilla y León, Extremadura y Galicia. Los resultados fueron presentados la pasada semana en un webinar enmarcado en el programa Vivienda rural, proyectos piloto para su liberación y rehabilitación, promovido por COCEDER y financiado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030.