29 Abril 2024
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Cultura

Extremadura cuenta con tres nuevas declaraciones de Bien de Interés Cultural

Cultura

26 de Marzo de 2024

Extremadura cuenta con tres nuevas declaraciones de Bien de Interés Cultural

 

El Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura ha aprobado este martes, día 26, el decreto por el que se declara el Festival Internacional de Teatro de Clásico de Mérida como Bien de Interés Cultural, con carácter de Patrimonio Cultural Inmaterial. A su vez, se han aprobado dos decretos más con el fin de declarar como BIC otros dos emplazamientos extremeños.  

 

Por un lado, se ha declarado Bien de Interés Cultural el poblado de Zamarrillas, en el término municipal de Cáceres, con la categoría de Sitio Histórico.  Además, ha sido nombrado con la misma denominación el yacimiento arqueológico de 'La Nava’, en el término municipal de Cabeza del Buey, con la categoría de Zona Arqueológica. 

 

FESTIVAL DE TEATRO CLÁSICO DE MÉRIDA 

 

El nombramiento como BIC del Festival de Teatro Clásico de Mérida viene dado ya que, entre otras cuestiones, es emblema de la cultura en Extremadura y una de sus manifestaciones escénicas más prestigiosas, así como el decano de los festivales nacionales. 
 
Se trata de un evento que convierte a Mérida en el epicentro teatral, seña de identidad de toda la región y que, desde hace unos años, traslada el teatro clásico a las antiguas ciudades romanas de Regina, Medellín y Cáparra, así como a otras sedes nacionales e internacionales. 
 
Su origen se remonta a 1933 con la puesta en escena de la 'Medea' de Séneca, interpretada por Margarita Xirgú, en versión de Miguel de Unamuno. Ese fue el germen de este evento cultural que sufrió un parón de 20 años como consecuencia de la Guerra Civil y la posguerra que paralizaron la actividad cultural en todo el país. 
 
Las representaciones profesionales regresaron al Teatro Romano de Mérida en 1954, cuando José Tamayo dirigió 'Edipo', de Sófocles, interpretado por Paco Rabal y desde entonces las representaciones se han ido sucediendo sin pausa hasta la actualidad. 
 
En 1963 se incluyó en la Red de Festivales de España, y en 1984 se creó el Patronato del Festival de Teatro Clásico de Mérida con la participación e implicación de instituciones regionales y nacionales, así como de las cajas de ahorros. 
 
Durante este tiempo han sido muchos los y las artistas que han pasado por las tablas emeritenses para dar vida, poner voz, música, palabras o dirigir los numerosos mitos con esencia grecolatina que se han interpretado a través de teatro, la danza y la música.  

Directores y actores de trayectoria y proyección nacional e internacional han participado en el festival a lo largo de toda su historia. Los mejores cantantes de ópera e intérpretes han pisado el escenario del emblemático teatro emeritense. 
 
El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, noventa y un años después de su puesta en escena y con setenta ediciones, ha sabido adaptarse a los tiempos y a la evolución cultural de la sociedad, a sus gustos, intereses e inquietudes sin perder su esencia grecolatina y se ha convertido uno de los festivales de teatro más importantes de su género, por lo que se considera oportuna su declaración como Bien de Interés Cultural. 

 

EL POBLADO DE ZAMARILLAS, EN CÁCERES  

 

 

El poblado de Zamarrillas, en el término municipal de Cáceres, declarado BIC con la categoría de Sitio Histórico, constituye una privilegiada muestra de poblado medieval que ha llegado a nuestros días en buen estado de conservación, y resulta esencial para comprender los procesos históricos de repoblación y explotación de la tierra y un ejemplo de heredamiento poblado medieval y moderno único en su género. 
 
Se trata de un caserío de edificaciones robustas, varias de ellas con empaque nobiliario, que están construidas a base de mampostería y piedra granítica en sillarejos. Este tipo de poblados surgieron tras la conquista leonesa (1229) cuando comenzaron a formarse los adehesamientos reales con el fin de la defensa de las cabañas ganaderas pertenecientes al Concejo y sus pastos para salvaguardarlas de las incursiones de los rebaños mesteños que bajaban del reino de León. 
 
El término de Cáceres era muy extenso, y se hacía necesaria la creación de estos poblados. Se cree que Zamarrillas data de finales del siglo XV o principios del XVI según los restos más antiguos del poblado, que se encuentran en las ruinas de su casa fuerte o castillo. 
 
El urbanismo aún resulta perfectamente reconocible: una calle principal en torno a la que se alzan las principales edificaciones articula el poblado y conduce desde la iglesia a la casa fuerte, desde el llano al cerro, ofreciendo en su recorrido un interesantísimo muestrario de la arquitectura de los siglos XV y XVIII. 
 
Aún se conservan restos de la iglesia, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Esclarecida. La obra es de sillería granítica, de traza románica o protogótica, y sobresale el impresionante atrio con bellos arcos de cantería. El ábside tiene forma pentagonal y junto a él se situó el antiguo cementerio del poblado. 
 
En la cumbre del cerro se alza la llamada Casa Fuerte de los Duranes, edificio imponente construido entre los siglos XIV y XVI, que fue abandonado en el siglo XVIII. Este inmueble fue el verdadero origen del caserío circundante y el elemento defensivo original. 

 

YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE ‘LA NAVA’, EN CABEZA DEL BUEY

 

El tercero de los emplazamientos declarados como BIC en esta jornada, es el yacimiento arqueológico de 'La Nava', en el término municipal de Cabeza del Buey, con la categoría de Zona Arqueológica. 
 
Este yacimiento arqueológico es uno de los ejemplos más sobresalientes de la arquitectura termal romana en la región. Lo conforman las instalaciones de los baños propiamente dichos, cuyas dimensiones y morfología dan muestra de su antigua monumentalidad, y un gran edificio residencial del que se conocen estancias decoradas con mosaicos, aulas representativas y parte de un patio porticado en torno al cual se organizan. 
 
Lo completan otras construcciones de indudable interés histórico y arquitectónico, aún pendientes de su correcta identificación, como una construcción de planta basilical, al este del complejo. 
 
Las excavaciones, a pesar de su considerable extensión, tan solo permiten una visión parcial del complejo original. Se han centrado en tres ámbitos; el primero conforma un recinto de planta cuadrangular que se levanta con piedra mediana trabada con un mortero "pobre" de cal, sobre cimentación de bloques de mayor tamaño. 
 
A unos 40 metros de este, se encuentra la segunda zona en la que se encuentran los restos de un nuevo edificio que integra un conjunto de habitaciones en torno a lo que parece ser el peristilo de una 'domus' o el área residencial de la villa. Destaca una gran estancia que se podría identificar como 'triclinium' y parece que esta gran estancia se abría hacia el 'peristylum', en cuyo centro podrían identificarse los restos de un hipotético estanque o 'impluvium'. 
 
En el ámbito más occidental (tercera zona excavada) se ubican las construcciones más sobresalientes, monumentales y mejor conservadas del complejo, que se corresponden con la instalación termal. Se puede apreciar el 'hypocaustum' o subestructura, destinada a calefactar las salas calientes de las termas, que conserva las 'pilae' o pilares que sostienen el habitual pavimento hidráulico o enlosado. El espacio se estructura en salas yuxtapuestas e intercomunicadas, tres de ellas rectangulares y un cuarto habitáculo semicircular. 
 
La conservación de este yacimiento confiere un valor extraordinario para el conocimiento de las grandes 'villae' o residencias señoriales de carácter rural en Extremadura. 

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