Extremadura una de las comunidades que más sucesos de caza registra
16 de Abril de 2023
El Ministerio del Interior reconoce que la caza ha provocado la muerte de dos personas y ha dejado cuarenta y cuatro personas lesionadas de diversa consideración en apenas dos años, 2021 y 2022, tras la solicitud de información realizada por la Fundación Franz Weber.
La tabla de datos facilitada por Interior detalla las provincias donde han ocurrido estos incidentes, siendo Extremadura una de las comunidades que más sucesos ha sufrido, contabilizando 8 personas heridas y una fallecida.
Sin embargo, cuando FFW pregunta acerca de los controles de alcohol y drogas que se deberían realizar tras estos incidentes, el Ministerio inadmite la cuestión, por lo que no existe información que se pueda cruzar.
FFW ha advertido que existe una grave falta de control de la actividad a pesar de que gran parte de las normas autonómicas de caza contemplan la posibilidad de realizar estas actuaciones.
Detrás de estos incidentes y muertes se encuentra una sospecha habitual: el consumo de bebidas alcohólicas y otras sustancias estupefacientes que, en ningún caso, su control está detallado en las normas autonómicas, si bien el Reglamento estatal de Armas de 1993 detalla que queda prohibido portar, exhibir o usar armas “bajo los efectos de bebidas alcohólicas, estupefacientes, psicotrópicos, estimulantes u otras sustancias análogas”.
Un “deporte” sin medidas contra el dopaje
La Fundación Franz Weber, que desarrolla una intensa campaña para alejar a personas menores de edad de actividades lesivas como las propias cacerías o la tauromaquia, ha advertido que la consideración legal de la caza como “disciplina deportiva federada” debería llevar aparejadas medidas de vigilancia, entre las que se encuentran los controles anti-doping.
Sin embargo, los naturalistas sospechan que ni el Consejo Superior de Deportes ni la Consejería de Deportes establecen estas pruebas, cuyo desarrollo reglamentario debería ser obligatorio cuando se trata de actividades deportivas oficiales.
Un peligro multifactorial
FFW señala que la caza en estas condiciones es un peligro para la Naturaleza, para la biodiversidad y para cualquier persona que participe en las batidas o que sea ajena a las mismas. Así, ponen como ejemplo las víctimas causadas por escopeteros que afirman “haberse confundido” al disparar.
Si un individuo es incapaz de reconocer a un jabalí, corzo o zorro con sus capacidades volitivas supuestamente adecuadas, estando bebido o drogado los riesgos se multiplican de manera exponencial.
Noticias relacionadas
Comenta esta noticia
2 comentarios
A Fondo