Más de 1.000 jóvenes extremeños participan en el Jubileo en Roma

Este domingo llega a su fin el Jubileo de los Jóvenes 2025, un evento multitudinario que ha reunido en Roma a cientos de miles de jóvenes católicos procedentes de todos los continentes. Desde España, más de 23.000 jóvenes han participado en esta gran cita eclesial, entre ellos numerosos grupos de Extremadura, que hoy emprenden el viaje de regreso tras una experiencia transformadora de fe, encuentro y comunidad.

Durante varios días, los peregrinos han recorrido lugares emblemáticos en ciudades como Florencia y Roma, descubriendo su patrimonio espiritual, cultural y artístico. A lo largo del Jubileo, han participado en catequesis, momentos de oración, dinámicas grupales y celebraciones que han alimentado tanto el espíritu como el sentido de pertenencia a una Iglesia joven y viva.

Uno de los actos más significativos fue la participación en la misa de apertura del Jubileo celebrada en la Plaza de San Pedro, que reunió a miles y miles de jóvenes en un ambiente de recogimiento y entusiasmo. La presencia española fue especialmente visible, marcando uno de los momentos más multitudinarios de la delegación nacional.

Además, en esa misma plaza, tuvo lugar también un emotivo encuentro de todos los jóvenes españoles, un gesto de comunión que permitió a los participantes sentirse parte de una misma misión, compartiendo cantos, reflexiones y testimonios que fortalecieron el vínculo entre las distintas diócesis, movimientos y grupos presentes.

Durante el Jubileo, los jóvenes también tuvieron la oportunidad de ver y escuchar al Papa León XIV en distintos momentos públicos, donde les animó a vivir con esperanza, construir puentes y ser testigos valientes del Evangelio en el mundo actual. Otro de los momentos más festivos fue el concierto juvenil en la Plaza del Resurgimiento, que reunió a miles de participantes en torno a la música, la alegría y la fe compartida.

El cierre del Jubileo tuvo lugar este fin de semana en Tor Vergata, donde se celebró el gran encuentro final con vigilias, dinámicas y el acto de envío misionero, un gesto simbólico que marca el inicio de una nueva etapa: llevar lo vivido a la vida cotidiana y a cada realidad local.

Con el corazón lleno de gratitud y la mochila repleta de experiencias, los jóvenes regresan a sus casas con una certeza clara: no vuelven igual que se fueron. La experiencia del Jubileo ha sido para ellos un despertar, una llamada a vivir la fe con alegría, compromiso y esperanza activa.

VÍDEO