24 Junio 2025
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Más de 95.000 extremeños "han respirado aire contaminado" durante 2024

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23 de Junio de 2025

Más de 95.000 extremeños "han respirado aire contaminado" durante 2024

 

Ecologistas en Acción señalan en su informe que 96.000 cacereños han estado expuestos durante el año 2024 a una contaminación que excede los nuevos límites recientemente aprobados para 2030 por la Unión Europea.

 

Este informe analiza los datos recogidos en 790 estaciones oficiales de medición instaladas en toda España. Entre ellas, 10 se sitúan en Extremadura.

 

Tras este análisis, la confederación ha llegado a diferentes conclusiones. Entre ellas señalan que durante 2024 la calidad del aire en Extremadura ha mejorado respecto a 2023 y los años anteriores a la COVID-19, con una reducción significativa de los niveles de dióxido de nitrógeno (NO2) y ozono, en porcentajes superiores al 30 % respecto a los promedios del periodo 2012-2019, pero aumentando un 12 % los niveles de las partículas (PM10).

 

El informe de Ecologistas en Acción toma como referencia los nuevos valores límite de la Directiva europea 2024/2881, de 23 de octubre de 2024, que deberán alcanzarse antes de 2030. “De acuerdo a esos umbrales, el aire contaminado afectó en 2024 a una décima parte de la población extremeña en la ciudad de Cáceres, manifestando el reto a asumir por las administraciones en los próximos años para alinearse con la nueva legislación” manifiestan.

 

Si bien los niveles de ozono excedieron el objetivo legal para la protección de la vegetación en el municipio de Cáceres y la Extremadura rural, con 40.000 km2, el 95 % del territorio regional, no hubo población que respirase aire contaminado por encima de los obsoletos límites legales actuales.

 

“Si se tienen en cuenta los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), mucho más estrictos que los límites legales vigentes y nuevos, y el objetivo a largo plazo para proteger la vegetación de la Unión Europea, el aire contaminado afectó en 2024 a la totalidad de la población y el territorio extremeños” añaden.

 

Además, apuntan que el año 2024 fue húmedo y el tercero más cálido en España desde al menos 1961. “La estabilidad atmosférica invernal activó los episodios de contaminación por partículas, en parte procedentes del norte de África. El alto calor estival contribuyó al aumento del ozono, en especial durante las olas de calor de julio y agosto. El cambio climático se confirma como un factor determinante en el agravamiento de los episodios de mala calidad del aire”.
El factor esencial para explicar la caída de la contaminación atmosférica durante 2024 es la evolución reciente del sistema energético. Aunque la combustión de petróleo recuperó el año pasado los niveles previos a la pandemia, se redujo el consumo de gas y las fuentes renovables cubrieron el 57 % de la demanda eléctrica, limitando las emisiones de las centrales térmicas, desmanteladas la mayoría de las de carbón, las más contaminantes.

 

Las partículas (PM10 y PM2,5) y el dióxido de nitrógeno (NO2) en el aire siguieron afectando a la mayoría de la población extremeña. Las partículas presentaron la peor situación en el sur de la provincia de Badajoz. Aunque el área urbana de Badajoz cumplió el nuevo límite legal anual para 2030 del dióxido de nitrógeno, superó el recomendado por la OMS. Y el ozono afectó a todo el territorio extremeño, a sotavento de Madrid, Lisboa y Sevilla. 

 

“La contaminación del aire debería abordarse como un problema sanitario de primer orden”. Según la Agencia Europea de Medio Ambiente, en 2022 fallecieron hasta 30.000 personas en el Estado español por la mala calidad del aire, 400 de ellas en Extremadura. Los costes sanitarios y laborales derivados de la contaminación atmosférica representan, según el Banco Mundial, 50.000 millones de dólares al año, un 3,5 % del PIB español.

 

“Los Planes de Mejora de la Calidad del Aire son obligatorios según la legislación vigente, pero en muchos casos no existen, y en otros son inefectivos por falta de voluntad política. La Junta de Extremadura aprobó en 2018 un plan con objetivos muy pobres, limitado a un catálogo de medidas genéricas sin concretar, programar ni presupuestar, que a la vista de la situación en 2024 no ha logrado revertir el problema de la contaminación por ozono”.

 

Ecologistas en Acción denuncian que “vencido hace dos años y medio el plazo para que todos los municipios de más de 50.000 habitantes establezcan zonas de bajas emisiones, para mejorar la calidad del aire y mitigar el cambio climático, Cáceres y Mérida no han cumplido siquiera formalmente esta obligación, siendo ineficaz por su ridículo tamaño la aprobada en Badajoz. La Junta de Extremadura tampoco ha adaptado su protocolo de actuación frente a episodios de mala calidad del aire”.

 

Esta confederación ve como un gran avance la aprobación de la nueva Directiva europea de calidad del aire, y confía en que se obligue al Gobierno y comunidades autónomas a aplicar sin prórrogas medidas eficaces para cumplir en 2030 los nuevos límites legales, en el marco de los preceptivos planes de calidad del aire, así como para mejorar la medición y la información, para lo que la organización pide al gobierno una rápida trasposición.

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