Nueva normativa: ¿Cuándo deja de ser peligroso para el medio ambiente un vertedero?

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ha hecho pública una nueva orden que establece la instrucción técnica complementaria destinada a determinar las circunstancias bajo las cuales un vertedero clausurado deja de constituir un riesgo significativo para el medio ambiente. Esta medida se toma tras un período de vigilancia postclausura que deberá cumplirse durante un mínimo de 30 años.

Una vez finalizado este periodo, las autoridades ambientales competentes evaluarán los resultados de los programas de vigilancia para comprobar si se cumplen los criterios establecidos en la nueva regulación.

Entre estos criterios, se considerará el grado de aislamiento hidráulico del vertedero, la formación de lixiviados, la afección a las aguas subterráneas, así como las tasas de generación de gases y su composición, y la estabilidad mecánica de la masa de residuos.

Además, las autoridades correspondientes podrán tener en cuenta otras variables adicionales, dependiendo de las circunstancias específicas de cada vertedero. Si se determina que se cumplen todos los criterios, incluyéndose el cumplimiento de la autorización de vertido a dominio público hidráulico, se podrá concluir que el vertedero clausurado ya no supone un riesgo significativo para la salud pública o el medio ambiente.

En el caso de que no se cumpla alguno de los criterios establecidos, la vigilancia postclausura podrá prorrogarse por un periodo de cinco años. La orden entrará en vigor en un plazo de 20 días.

La gestión de los vertederos se divide en dos fases: la fase activa, donde se admite la eliminación de residuos autorizados, y la fase de clausura, en la que se acondiciona el vertedero para aislar los residuos depositados del medio ambiente. Ambas fases deben incluirse en un programa de vigilancia que permita evaluar cualquier posible afección ambiental.