El primer incendio de la campaña se podría haber evitado, según los Agentes del Medio Natural

El pasado 1 de junio, justo en el arranque oficial de la campaña contra incendios forestales de 2025, se declaró un incendio de grandes proporciones entre los municipios de Manchita y Don Benito, en la comarca de La Serena, Extremadura. Las primeras estimaciones apuntan a que el fuego arrasó unas 314 hectáreas, requiriendo la intervención de efectivos locales, de otras comarcas y medios del Ministerio de Transición Ecológica.

La Asociación Profesional de Agentes del Medio Natural de Extremadura ha advertido sobre la necesidad urgente de revisar las actuales medidas preventivas. Según la Ley 4/2024, los agentes del medio natural tienen la función de investigar la causa y autoría de los incendios. En este caso, y tras una investigación preliminar, se apunta a una causa antrópica, probablemente derivada del uso de maquinaria en un día de riesgo extremo, con temperaturas que alcanzaron los 40 °C.

La normativa anterior exigía suspender ciertas actividades en el monte desde determinadas horas y contar con medios de extinción adecuados. Sin embargo, en 2025, la regulación se ha flexibilizado, limitando las restricciones solo entre las 14:00 y las 17:00 horas, incluso en días de riesgo muy alto o extremo. Esta modificación, según los agentes, ha demostrado ser insuficiente ante situaciones de alto peligro.

El incendio de Manchita y Don Benito es el primero importante del año, pero también una advertencia. Los agentes del medio natural señalan que este tipo de siniestros, además de sus consecuencias ecológicas, ponen en grave riesgo al personal de extinción, expuesto a atrapamientos, golpes de calor y accidentes durante el operativo.

Por ello, la Asociación hace un llamamiento a la prudencia, especialmente a empresas y operarios que realizan actividades en el entorno rural. Instan a actuar con la máxima responsabilidad durante los días con índices de riesgo muy alto o extremo, cuando cualquier chispa puede desencadenar una catástrofe.

Finalmente, exigen a los responsables políticos que tomen en serio lo ocurrido y reconsideren la relajación de las medidas preventivas. Lo sucedido el 1 de junio, aseguran, era perfectamente evitable. Reforzar la prevención no es un obstáculo, sino una garantía de seguridad para todos.