7 Junio 2025
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España paga a sus camareros un tercio de lo que ganan en Europa, según el INE

España paga a sus camareros un tercio de lo que ganan en Europa, según el INE

 

La frase “no hay camareros” se repite con frecuencia en boca de hosteleros de toda España, que ven cómo se acumulan los puestos sin cubrir mientras el sector sigue ofreciendo condiciones poco competitivas. Con jornadas largas, contratos inestables y sueldos que rondan los 1.300 euros al mes, servir mesas en España se ha convertido en un empleo poco atractivo, sobre todo si se compara con el resto de Europa.

 

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), los camareros son los trabajadores peor pagados del país, con un salario medio anual de 16.985,78 euros en 2023, un 39,4% por debajo de la media nacional. La situación se agrava en 11 comunidades autónomas cuyos salarios están por debajo del promedio, reforzando la precariedad de un sector que representa el 6,7% del PIB español.

 

Desde 2019, el país ha perdido 32.000 camareros, según Comisiones Obreras, un descenso que ha pasado de tendencia a problema estructural tras la pandemia. Aunque la escasez de personal en hostelería viene observándose desde al menos 2013, ahora se ha hecho más visible e insostenible tanto para empresarios como para trabajadores.

 

El retroceso no es solo numérico, sino también económico. En términos reales, un camarero tiene hoy menos capacidad de consumo que en 2008. En comparación con entonces, los salarios del sector han caído un 12%, situándose en niveles equivalentes a los de la anterior gran crisis económica. Solo los sectores financiero y energético han sufrido mayores caídas, pero partiendo de sueldos que triplican los de la hostelería.

 

La brecha con Europa es aún más notable. Mientras que en España un camarero gana unos 1.300 euros mensuales, en Noruega, Suecia o Suiza pueden superar los 3.000. Francia e Inglaterra también buscan personal para sus restaurantes, pero con condiciones salariales mucho más competitivas, lo que convierte la fuga de talento en una tendencia difícil de revertir.

 

Así, los camareros no solo enfrentan salarios bajos, sino que ven cómo esos ingresos se han estancado o reducido a lo largo de una década. El salario medio anual en España era de 21.883 euros en 2008, una cifra que hoy sigue siendo una meta lejana para buena parte del sector hostelero. El resultado es un empleo cada vez más vacante, precarizado y olvidado en una economía que depende de él.