OPINIÓN: ¿Harina del mismo costal? ¿Ganará Extremadura?

Si consideramos punto por punto, día por día, las averías del tren o los incumplimientos de las promesas, de cualquier orden, de Extremadura, todo se puede explicar. Otra cosa es que pueda convencer a nadie con sentido común, el que una región quede descolgada del resto de la nación y siempre haya explicaciones para no cumplir lo que son promesas y derechos asumidos por el propio Gobierno, pero que, sea por lo que sea, se posponen para el año siguiente, o para de aquí a cinco años, o diez, o treinta, o se suprime lo acordado para invertirlo en Galicia, o en el País Vasco, o en Cataluña, o en Valencia, etc.

Cuando los incumplimientos se repiten sistemáticamente y todavía se atreven a justificarlo los que tenían que cumplirlo, están haciendo de hecho, una mofa del pueblo al que debían servir.

No hace falta ser un gran economista, ni un gran experto en temas económicos y políticos para ver con claridad cómo algunos prosperan de forma evidente a base de recibir beneficios y prebendas del Gobierno de turno y otros, increíblemente, siguen marginados como si no tuvieran derecho a exigir, sino simplemente a suplicar como pobres de solemnidad, a los que se les da o no se les da una limosna.

Los representantes que elige el pueblo extremeño, llegan con la ilusión del que estrena algo, pero, desgraciadamente, la situación, según pasan los días, se va repitiendo punto por punto. ¿Serán, también, un cero a la izquierda? No es que el pueblo sea ciego, aunque a veces lo parece, para no darse cuenta de las injusticias y exigir los propios derechos. El problema es que quieren cegar con la propaganda a los que se dan cuenta de las injusticias que silencian desde el poder. Nos encantaría poder felicitar al nuevo gobierno por sus éxitos en Extremadura, pero nos tememos que la harina es del mismo costal.

Comprendemos que el sr Ibarra y el sr Vara puedan decir: “todo lo que se ha hecho en Extremadura durante la democracia, lo hemos hecho nosotros”. Sí, lo mismo que en Andalucía, y en Cataluña, y en el País Vasco, con distintos resultados.

Todo lo que han hecho en Extremadura lo han hecho los que han gobernado. Efectivamente el sr Ibarra y el sr Vara, y cuatro años del PP. Pero ahí está todo. Y de todo lo que no se ha hecho y de todo lo que nos han hurtado, ¿quién es el responsable? ¿Con qué mano nos dieron? ¿con qué mano nos lo quitaron?

¿Vamos a tener que dar las gracias por habernos dejado al margen del progreso, de la industrialización, de las comunicaciones, del trabajo para los jóvenes y mayores, etc, etc?

No se trata de ganar o perder de un partido, sino de ganar o perder una región, una comunidad. Gane quien gane, Extremadura siempre pierde. Lo que pretendemos es que gane Extremadura, porque las ganancias de los gobiernos no son las del pueblo extremeño.

¡Es desesperante! ¡¿Cómo puedes seguir en política extremeña y tener optimismo para Extremadura?!

Efectivamente, yo también me lo pregunto y, quizás a veces, me engaño a mí mismo. El optimismo es difícil de mantener en una Extremadura que aguanta y calla de forma permanente, pero la esperanza es lo último que se pierde.